En este artículo exploraremos el primer encuentro entre Moisés y Aarón con el faraón de Egipto, y las dificultades que enfrentaron al tratar de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud. Abramos nuestras Biblias en el libro del Éxodo, capítulos 5 al 7.
El pedido de liberación
Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le transmitieron el mensaje del Señor: «Deja ir a mi pueblo a celebrar una fiesta en el desierto». Pero la respuesta del faraón fue arrogante: «¿Quién es el Señor para que yo le obedezca? Yo no conozco al Señor, ni dejaré ir a Israel».
Moisés y Aarón trataron de convencer al faraón diciéndole que el Dios de los hebreos les había visitado y les había pedido que ofrecieran sacrificios al Señor en el desierto, para evitar plagas o espadas. Pero el faraón se negó a escucharlos.
La opresión del pueblo
Después de su encuentro con el faraón, Moisés y Aarón se enfrentaron a la ira del pueblo de Israel. El faraón, enojado por la petición de liberación, decidió aumentar la opresión sobre ellos. Mandó a los cuadrilleros y capataces a no proporcionar más paja para hacer ladrillos, pero a exigir la misma cantidad de producción. Esto provocó la indignación de los israelitas, que acudieron a Moisés y Aarón para quejarse de la situación.
Los capataces israelitas se encontraron en una encrucijada, ya que no podían cumplir con las demandas del faraón y eran azotados por ello. Frustrados, se quejaron ante Moisés y Aarón, diciendo: «¿Por qué nos has hecho odiosos ante el faraón?Él nos ha dado espada en mano para matarnos».
La respuesta de Moisés
Ante la queja del pueblo, Moisés se volvió al Señor y expresó su angustia. Le preguntó por qué había permitido que el faraón maltratara al pueblo y por qué no los había liberado. El Señor respondió a Moisés, diciéndole que vería lo que haría con el faraón. Prometió que lo sacaría de Egipto con mano fuerte y realizaría grandes juicios.
El Señor recordó su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y les aseguró a los israelitas que los liberaría de la opresión de los egipcios y los llevaría a la tierra prometida. Moisés transmitió estas palabras a los israelitas, pero su congoja y la dura servidumbre en la que estaban les impidió escuchar.
El llamado a Faraón
El Señor le ordenó a Moisés que volviera a presentarse ante el faraón y le pidiera que dejara ir a los israelitas de Egipto. Moisés se preocupó por su falta de palabra persuasiva, pero el Señor le aseguró que sería como un dios para el faraón, y que Aarón sería su profeta.
Los milagros en presencia del faraón
Moisés y Aarón cumplieron con la orden del Señor. Ante el faraón y sus siervos, Aarón extendió su vara y esta se convirtió en una serpiente. Sin embargo, los hechiceros de Egipto también realizaron el mismo milagro con sus encantamientos. Pero la serpiente de Aarón devoró a las serpientes creadas por los hechiceros, demostrando así el poder del Dios de Israel sobre los dioses de Egipto.
Moisés y Aarón continuaron enfrentándose al faraón con el respaldo del Señor, quien envió plagas sobre Egipto. Durante siete días, el agua del río Nilo se convirtió en sangre, provocando la muerte de los peces y la imposibilidad de beber agua. Los hechiceros egipcios también realizaron este milagro, pero el corazón del faraón se endureció y no dejó ir al pueblo de Israel.
Conclusiones
En este pasaje del libro del Éxodo, vemos cómo Moisés y Aarón enfrentaron la oposición del faraón y el sufrimiento del pueblo de Israel en busca de su liberación. A pesar de los milagros y las señales realizadas en presencia del faraón, este se negó a escuchar y su corazón se endureció.
Este episodio nos enseña sobre la importancia de confiar en el Señor y su poder para liberarnos de la opresión. También nos muestra que la lucha por la libertad no siempre es fácil y que podemos encontrar obstáculos en el camino. Pero, al igual que Moisés y Aarón, debemos seguir confiando en el Señor y perseverar en nuestra búsqueda de la liberación.
Te invitamos a explorar más pasajes de la Biblia y artículos en nuestra página web para aprender más sobre las enseñanzas del Señor y encontrar consuelo en las Escrituras. Recuerda, «todo lo que antes fue escrito para nuestra enseñanza fue escrito para que por la paciencia y el consuelo de las escrituras tengamos esperanza» (Romanos 15:4).
¡Atrévete con nuestro Trivial! – ¡Demuestra que eres un Héroe Bíblico!
