El primer libro de Crónicas es un relato detallado de la historia del pueblo de Dios desde Adán hasta el reinado de David. En esta última sección del libro, vemos cómo David presenta a su hijo Salomón como el nuevo rey de Israel ante toda la asamblea. David enfatiza que Salomón fue elegido por Dios para esta posición y no por preferencia personal. A pesar de su dolor por las circunstancias de sus otros hijos, David reconoce que Salomón necesita el apoyo de toda la congregación de Israel para cumplir la misión asignada por Dios. Por lo tanto, David anima al pueblo a apoyar a Salomón y a confiar en el Señor.
Luego, David ofrece su propia contribución para la construcción del templo. Él anuncia que ha reservado oro, plata, bronce, hierro, madera y piedras preciosas para la obra de Dios. David muestra su generosidad al entregar todas sus posesiones materiales para el servicio del Señor. Esta acción refleja su gratitud hacia Dios y su confianza en su provisión.
David invita al pueblo a seguir su ejemplo y pregunta quién está dispuesto a ofrecer voluntariamente para el Señor. Numerosos líderes y personas responden a esta llamada y presentan ofrendas para la construcción del templo. El pueblo se alegra al contribuir generosamente y reconoce que todo lo que poseen proviene de Dios. David alaba a Dios y pide que esta disposición de corazón se preservada en el pueblo de Israel.
Finalmente, David bendice a Salomón y ora para que tenga un corazón íntegro y cumpla los mandamientos de Dios. Salomón es entronizado como rey y todo Israel le obedece.
En este último pasaje del libro, vemos la importancia de la generosidad, la adoración y la obediencia al Señor. David da un ejemplo de desprendimiento y confianza en Dios al entregar todo lo que posee para la obra de Dios. Invita al pueblo a unirse a él en esta obra y a reconocer que todo lo que tienen les ha sido dado por Dios.
Este relato culmina con la muerte de David y la subida al trono de Salomón. El libro concluye con un llamado a escudriñar las Escrituras y continuar aprendiendo de la historia de David y del pueblo de Israel.
A lo largo de este artículo, hemos explorado el último capítulo del primer libro de Crónicas. Este relato nos enseña lecciones valiosas sobre la generosidad, la adoración y la confianza en Dios. También nos anima a seguir el ejemplo de David al entregar nuestras vidas y recursos para la obra de Dios. Que podamos aprender de la historia de David y del pueblo de Israel y buscar una relación más cercana con Dios a medida que continuamos nuestro recorrido por las Sagradas Escrituras.
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