La guía de estudio de la Biblia, «Esperanza,» presentada por el equipo de Santabiblia.es, aborda esta semana la lección titulada «La buena noticia del juicio.» En esta lección, se nos insta a temer a Dios, darle gloria y adorarle, ya que se nos recuerda que la hora de su juicio ha llegado. El juicio es un tema importante que está intrínsecamente ligado al evangelio, no puede ser separado de él. En el juicio, somos presentados como justos delante del Padre, y la norma bajo la cual se nos juzga son los diez mandamientos.
En el juicio, Satanás actúa como el acusador de los hermanos, mientras que Cristo, nuestro defensor, está respaldado por una gran cantidad de testigos que pueden dar testimonio de su misericordia y amor. Es una escena magnífica en la cual el tribunal se ha establecido y el juicio no es solo un evento futuro, sino que también está ocurriendo en el presente. Cristo es el único digno de representarnos ante el Padre, ya que ha vencido la muerte y el pecado, demostrando así que podemos obedecer al Señor y que sus juicios son justos y verdaderos, basados en sus leyes eternas que no cambian.
El espíritu de profecía nos ofrece poderosas revelaciones sobre el estado del pueblo de Dios en los últimos días, durante el tiempo del juicio y el fin de los tiempos. Un pasaje particularmente impactante se encuentra en el libro «Testimonios para la iglesia» (tomo 5), en las páginas 447 y 448. En este pasaje, se nos enseña que nuestra única esperanza se cifra en la misericordia de Dios, y nuestra única defensa será la oración ferviente y humilde, como lo hizo Josué ante el Ángel.
La iglesia remanente, con un corazón quebrantado y una fe ferviente, se arrepentirá y buscará perdón y liberación a través de Jesús, nuestro abogado. Seremos completamente conscientes de nuestra condición pecaminosa, reconociendo nuestra debilidad e indignidad. Satanás utilizará estas debilidades para acusarnos, mostrando nuestras vestiduras sucias y nuestro carácter deficiente, presentando nuestros pecados de ingratitud y señalando cuán poco semejantes a Cristo somos.
El Josué mencionado en este pasaje no es el mismo Josué de los tiempos de Moisés, sino un sumo sacerdote mencionado en los libros de los Profetas Menores. Este Josué tuvo vestiduras indignas y cometió grandes errores, a pesar de ser un hombre religioso. Sin embargo, cuando fue acusado por Satanás, sus ropas de inmundicia fueron quitadas y se le vistió con la justicia de Cristo porque reconoció su condición. Como él, podemos ser transformados si reconocemos nuestra condición y nos acercamos a Dios en el nombre de Jesús, a través del Espíritu Santo.
Es importante comprender que, aunque los seguidores de Cristo han pecado, no se han entregado al mal. Han dejado sus pecados a un lado y han buscado al Señor con humildad y contrición. El abogado divino intercede en su favor, a pesar de que Él ha sido ultrajado por su ingratitud. Él conoce sus pecados y su arrepentimiento. Jehová declara: «Te reprenda, Satanás. Yo di mi vida por estas almas. Están esculpidas en las palmas de mis manos.»
Esta es la buena noticia del juicio: Cristo es nuestra defensa impresionante. A menudo somos desagradecidos y despreciamos al Señor, echando por tierra sus mandamientos. Sin embargo, Él intenta salvarnos todos los días, mostrándonos el error de nuestros caminos y desean lo mejor para nosotros, al igual que los padres quieren lo mejor para sus hijos.
La idea del juicio, que es revelada al universo entero, muestra el carácter de Dios, quien nos ama y está dispuesto a esperarnos, aunque el tiempo se agote. Él espera que aprovechemos la oportunidad de cambiar y transformarnos. Aunque Dios no nos vigila como un jefe de empresa, estamos bajo su cuidado y protección. Él nos muestra el camino, nos corrige y nos instruye. Es parte de su obra de juicio que nos brinda la oportunidad de cambiar, no solo para que veamos nuestros errores y nos perdamos, sino para que, a pesar de ellos, podamos ser transformados y comenzar una nueva vida.
El juicio es una buena noticia, no una mala noticia. Dios quiere que seamos salvos, no que nos perdamos. Él conoce nuestros errores y está dispuesto a corregirnos. Aprovechemos esta oportunidad, ya que la hora del juicio ha llegado y nuestras acciones están siendo registradas detalladamente en el cielo. Reflexionemos sobre cómo impacta esto en nuestra vida diaria y recordemos que Dios espera por nosotros, pero el tiempo se agota. La invitación es para que compartamos estos mensajes con otras personas, para que también puedan llenarse de esperanza.
En resumen, la lección de esta semana nos enseña la importancia del juicio y cómo está inherentemente ligado al evangelio. A través del juicio, somos presentados como justos delante del Padre, y Jesús actúa como nuestro defensor frente a las acusaciones de Satanás. La guía de estudio de la Biblia nos ofrece poderosas revelaciones sobre el estado del pueblo de Dios en los últimos días y nos recuerda que nuestra única esperanza está en la misericordia de Dios. Debemos acercarnos a Dios con humildad y contrición, reconociendo nuestras debilidades y buscando perdón y liberación a través de Jesús. A través del juicio, Dios nos ofrece la oportunidad de cambiar y comenzar una nueva vida. Aprovechemos esta oportunidad y compartamos estas buenas noticias con otros.
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