Vamos a continuar nuestro análisis y recorrido por las sagradas escrituras en el Salmo 20. Este salmo, junto con el Salmo 21, son salmos de tipo litúrgico y están estrechamente relacionados. El Salmo 20 se cantaba en favor del Rey cuando salía a la guerra, mientras que el Salmo 21 se cantaba cuando regresaba victorioso. Ambos salmos sugieren un arreglo antifonal para adecuarse al ritual del servicio. La congregación cantaba los versículos del 1 al 5, el rey o un levita entonaba los versículos del 6 al 8, y el pueblo respondía con el versículo 9.
El sobreescrito en una versión siriaca indica que este salmo se escribió cuando David guerreó contra los sirios y los amonitas. La historia completa se encuentra en el segundo libro de Samuel, capítulo 10. Si quieres recordar esta historia, te invito a ver el análisis explicativo de ese capítulo en este canal.
En cuanto al autor de este salmo, se cree que fue el rey David. Con esta introducción, te invito a que me acompañes en la lectura del Salmo 20, el cual consta de nueve versículos:
1. El Señor te responda en el día de la tribulación; el nombre del Dios de Jacob te defienda.
En medio de las dificultades y los problemas diarios, podemos tener la seguridad de que Dios está a nuestro lado. Él es nuestro defensor y protector en todo momento.
2. Te envíe ayuda desde su santuario, y desde Sion te sostenga.
Dios nos envía ayuda y nos sostiene desde su santuario celestial. En este momento, podemos proyectarnos hacia ese santuario y confiar en la ayuda que Dios nos brinda.
3. Recuerde todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto.
Las ofrendas en el Antiguo Israel eran una muestra de agradecimiento a Dios por sus bendiciones. Hoy en día, podemos aplicar este versículo reconociendo que todas las cosas que tenemos son un regalo de Dios y podemos devolverle una parte como muestra de gratitud.
4. El Señor te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus proyectos.
Dios está dispuesto a concedernos los deseos de nuestro corazón y a ayudarnos a cumplir nuestros proyectos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que nuestros deseos y proyectos deben estar en línea con la voluntad de Dios.
5. Nos alegraremos por tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios.
Como creyentes, debemos alegrarnos por la salvación que tenemos en Cristo y levantar la bandera de nuestra identidad como hijos de Dios en todo lo que hacemos y decimos.
6. Ahora conozco que el Señor salva a su ungido; le responderá desde su santo cielo con la fuerza salvadora de su diestra.
Sabemos que Dios salva a su ungido. Él nos responde desde los cielos con su poderosa mano para nuestra salvación.
7. Algunos confían en carros, otros en caballos; pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Mientras algunos confían en sus posesiones y en su propia fuerza, nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Nuestra confianza está en Dios y no en las cosas materiales.
8. Ellos flaquean y caen, pero nosotros nos levantamos y resistimos a pie firme.
Los que confían en sus posesiones o en su propia fuerza pueden flaquear y caer, pero nosotros, al confiar en Dios, nos levantamos y permanecemos firmes.
9. Señor, salva al rey; respóndenos cuando te invocamos.
Como el pueblo de Israel hacía una declaración de confianza en Dios y de súplica para que salve al rey, también nosotros debemos recordar que Dios nos escucha cuando le invocamos y nos responde según su voluntad.
Terminemos este salmo con gratitud y confianza, sabiendo que Dios nos responde y nos salva. Que pongamos nuestra plena confianza en el Señor y cumplamos nuestros proyectos de acuerdo a su voluntad.
En quién confías tú en medio de las dificultades, problemas y proyectos de tu vida? Qué versículo te llamó más la atención y cuál has hecho parte de tu vida? Déjame saber en los comentarios. Y no olvides suscribirte al canal, activar las notificaciones y compartir este contenido con otras personas.
Que Dios te bendiga y te guarde, que haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Que Dios alce sobre ti su rostro y ponga en ti Paz. ¡Hasta la próxima!
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