Después de tres capítulos narrando historia para el pueblo de Israel, Moisés ahora les exhorta a ser fieles a escuchar atentamente la voz de Dios, ahora que están casi listos para entrar a la tierra de Canaán. El capítulo 4 de Deuteronomio inicia diciendo: “Ahora Israel, oye las normas y preceptos que os enseño para que los cumplas y vivas, y entréis a poseer la tierra que el Señor, el Dios de vuestros padres, os da”.
Este capítulo contiene exhortaciones importantes para nuestra vida: no añadir ni quitar nada a la palabra de Dios, recordar las consecuencias de la idolatría, reconocer la fidelidad de Dios hacia su pueblo, entender que todas las leyes y preceptos son justos, recordar las experiencias pasadas con Dios, enséñalas a tus hijos y nietos, no olvidar el pacto con Dios, no adorar imágenes, reconocer que el Señor es un fuego consumidor, buscar a Dios con todo nuestro corazón, guardar sus estatutos y mandamientos para que nos vaya bien.
Moisés hace énfasis en la importancia de guardar los mandamientos del Señor, no adorar imágenes y recordar la fidelidad de Dios en el pasado. Él les recuerda que Dios los entregó victorias y los sacó de Egipto para darles la tierra de Canaán como heredad.
Moisés también les habla sobre la importancia de las ciudades de refugio donde las personas que hubieran cometido algún delito sin intención podrían encontrar protección. Estas ciudades de refugio eran un lugar de salvación y seguridad.
Moisés concluye el capítulo invitando al pueblo a reconocer que el Señor es Dios en el cielo y en la tierra, recordando las promesas cumplidas por Dios en el pasado y la importancia de guardar sus estatutos y mandamientos.
En resumen, el capítulo 4 de Deuteronomio nos exhorta a ser fieles a Dios, a no añadir ni quitar a su palabra, a recordar su fidelidad en el pasado, a no adorar imágenes, a buscar a Dios con todo nuestro corazón y a guardar sus mandamientos para que nos vaya bien. También nos recuerda la importancia de enseñar a las siguientes generaciones las maravillas que Dios ha hecho, a reconocer que el Señor es único en el cielo y en la tierra, y a recordar las promesas cumplidas por Dios en el pasado.
Si queremos que nuestra vida vaya bien y que Dios nos bendiga, debemos ser fieles a su palabra, buscar su voluntad y enseñar a las siguientes generaciones sobre su fidelidad. Seguir los mandamientos del Señor es la clave para vivir una vida plena y en comunión con Él.
Espero que este artículo haya sido de bendición para ti y que te haya animado a seguir los mandamientos del Señor y a enseñar a las siguientes generaciones sobre su fidelidad y amor. Si deseas profundizar más en la palabra de Dios, te invito a leer otros artículos en nuestra página web para aprender más y estar al día con la Biblia.
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