El legado final de Jacob: bendiciones, duelo y promesa

En este artículo exploraremos los últimos capítulos del libro del Génesis, específicamente los capítulos 48 al 50. En este pasaje, nos encontramos con la historia de José y su padre Jacob, quien también es conocido como Israel.

El encuentro entre Jacob y José

El capítulo 48 comienza con la noticia de que Jacob está enfermo, por lo que José decide llevar a sus dos hijos, Manasés y Efraín, a visitarlo. Jacob recuerda la promesa que Dios le hizo en Luz, en la Tierra de Canaán, y le dice a José que sus dos hijos serán considerados como propios, al igual que sus otros hijos Rubén y Simeón. Jacob también menciona que Raquel, la madre de José, murió durante su viaje a Efrata y fue sepultada allí.

Al ver a los hijos de José, Jacob los bendice y los abraza. José los presenta a su padre y Jacob los bendice, poniendo su mano derecha sobre la cabeza de Efraín y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés. Aunque Efraín era el menor, Jacob intencionalmente coloca su mano derecha sobre él, otorgándole una bendición especial.

Las bendiciones finales de Jacob

En el capítulo 49, Jacob reúne a todos sus hijos y les da bendiciones individuales. A Rubén, el primogénito, le dice que es inconstante y no será el principal. A Simeón y Leví, les recuerda su furia y violencia, y los maldice por sus acciones pasadas. A Judá, le profetiza que su linaje será poderoso y que de él vendrá el legislador hasta que llegue el Salvador. A Dan, le dice que será como una serpiente en el camino. A José, le da una bendición abundante, asegurándole que sus descendientes serán numerosos. A Benjamín, le compara con un lobo rapaz.

Estas bendiciones son significativas, ya que establecen el destino y el papel que cada tribu tendrá en la historia de Israel. Además, estas bendiciones también actúan como profecías de lo que sucederá en los días venideros.

La muerte de Jacob y el legado de José

En el capítulo 49, Jacob continúa hablando a sus hijos y les revela que está próximo a la muerte. Les dice que Dios estará con ellos y los conducirá de regreso a la tierra de sus padres. Luego, Jacob muere y José llora sobre su padre y lo besa. Después de embalsamar el cuerpo de Jacob, José lo lleva a la tierra de Canaán para ser sepultado en la cueva de Macpela, junto a sus padres Abraham, Isaac y sus respectivas esposas.

Después de la muerte de Jacob, los hermanos de José temen que él guarde rencor por los maltratos que le infligieron en el pasado. Se acercan a José y le piden perdón por sus acciones. José, sin embargo, les asegura que no tiene rencor y que todo lo que sucedió fue parte de un plan divino para mantener con vida a su pueblo. José los consuela y les habla al corazón, asegurándoles que él los sustentará a ellos y a sus hijos.

El legado de José y el fin del libro del Génesis

El libro del Génesis concluye con la muerte de José a la edad de 110 años. Antes de morir, José profetiza que Dios visitará a su pueblo y los guiará de regreso a la tierra prometida. Él hace que los israelitas juren llevar sus huesos consigo cuando abandonen Egipto.

Estos últimos capítulos son esenciales para entender el legado y el destino de las tribus de Israel. Las bendiciones y las profecías de Jacob marcan el comienzo de una nueva etapa en la historia del pueblo de Dios. Asimismo, la promesa de José de llevar sus huesos consigo simboliza el anhelo de los israelitas de regresar a la tierra que Dios les había prometido.

Con la conclusión del libro del Génesis, se nos deja con un sentido de esperanza y expectativa sobre lo que vendrá. Invito al lector a explorar más sobre la Biblia y a leer otros artículos en nuestro sitio web para profundizar en el conocimiento y encontrar más consuelo y esperanza en las escrituras.

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