En este artículo, continuaremos nuestra exploración del libro de Josué, abordando los capítulos 23 y 24. Estos capítulos marcan el final del liderazgo de Josué sobre el pueblo de Israel y contienen sus últimas palabras y enseñanzas importantes para la nación.
La enseñanza de Josué
Josué, ya anciano, convocó a todos los líderes y ancianos de Israel y les recordó todo lo que el Señor había hecho por ellos. Destacó cómo Dios había luchado por ellos y les había dado la tierra prometida como herencia. Josué les instó a seguir las enseñanzas y los mandatos de la ley de Moisés sin desviarse ni mezclarse con las naciones vecinas ni adorar a sus dioses.
Les recordó la importancia de mantenerse firmes en su compromiso con el Señor y les aseguró que si lo hacían, Él continuaría peleando por ellos y les daría la victoria sobre sus enemigos.
Josué también les advirtió sobre las consecuencias de apartarse del Señor y mezclarse con las naciones paganas. Si permitían que la idolatría entrara en su vida, Dios traería sobre ellos el castigo que había prometido. Serían expulsados de la tierra prometida y sufrirían las consecuencias de su desobediencia.
El testimonio de Israel
Después de escuchar las palabras de Josué, el pueblo de Israel respondió con determinación que nunca abandonarían al Señor para servir a otros dioses. Recordaron cómo Dios los había liberado de la esclavitud en Egipto y les había dado grandes señales y milagros en su camino hacia la tierra prometida. Estaban decididos a seguir sirviendo al Señor y obedecer Su voz.
Como acto de compromiso, Josué selló un pacto con el pueblo y escribió las palabras del Señor en el libro de la ley. Levantó una gran piedra como testimonio y recordatorio de su compromiso con Dios.
La muerte de Josué
Después de estos eventos, Josué murió a la edad de 110 años. Fue sepultado en su tierra natal, en la propiedad que había adquirido en el monte de Efraín. Israel continuó sirviendo al Señor durante toda la vida de los ancianos que habían conocido a Josué. También se menciona que los huesos de José, que habían sido traídos de Egipto, fueron enterrados en Siquem.
Conclusion
El libro de Josué nos enseña valiosas lecciones sobre la fidelidad a Dios, el compromiso con Su palabra y las consecuencias de la desobediencia. A través de la historia de Israel, vemos cómo Dios pelea por aquellos que le sirven sinceramente y cómo cumple todas Sus promesas.
Este relato también nos desafía a nosotros, como lectores y seguidores de la Biblia, a mantenernos firmes en nuestra fe, a obedecer los mandamientos de Dios y a rechazar la tentación de servir a otros dioses. Al recordar la historia de Israel, podemos encontrar esperanza y aliento, sabiendo que Dios cumple Sus promesas y nos guía a través de nuestras propias batallas y desafíos.
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