En este artículo continuaremos nuestra lectura sistemática de la Biblia, centrándonos en los capítulos 42 al 44 del profeta Jeremías. En estos capítulos, encontramos la historia de los judíos que desean irse a Egipto en busca de seguridad y estabilidad, y la respuesta que Dios les da a través de Jeremías.
Capítulo 42: Los judíos quieren ir a Egipto
Los judíos, incluyendo a los oficiales de guerra y al pueblo, le piden a Jeremías que ore al Señor y les indique el camino que deben seguir. Reconocen que son pocos en número y necesitan la guía del Señor para tomar decisiones sabias. Jeremías acepta su petición y promete orar y recibir la respuesta del Señor. A cambio, el pueblo hace un juramento de obediencia, prometiendo hacer todo lo que el Señor les diga.
Después de 10 días, Jeremías recibe la respuesta del Señor. El Señor les dice que si deciden quedarse en la tierra, Él los edificará y los protegerá. Pero si deciden irse a Egipto en busca de una vida sin guerra ni hambruna, sufrirán la espada, el hambre y la peste en ese lugar. El Señor derramará su ira sobre ellos y serán objeto de maldición y desprecio. No verán más su tierra natal, Judá.
Capítulo 43: Los judíos emigran a Egipto
A pesar de la advertencia del Señor, los judíos, liderados por Johanan y los oficiales de guerra, desobedecen y deciden irse a Egipto. Llevan consigo a hombres, mujeres, niños y hasta a las hijas del rey. Pero al hacerlo, se traen desastre sobre sí mismos. El Señor le dice a Jeremías que tome unas piedras y las entierre cerca de la casa de Faraón en la ciudad de Tafnes, como un signo de que el rey de Babilonia vendrá y castigará a Egipto. También castigará a los judíos que se hayan refugiado allí.
Capítulo 44: Desastre de los judíos en Egipto
Jeremías recibe palabras del Señor acerca de los judíos que viven en Egipto. Les recuerda todo el mal que ha traído sobre Jerusalén y Judá debido a su adoración a otros dioses. A pesar de las advertencias y los llamados a arrepentimiento, ellos persistieron en su idolatría. Como consecuencia, el Señor trajo juicio sobre ellos y sobre su tierra. Ahora, en Egipto, continúan ofreciendo incienso a la reina del cielo y a otros dioses, a pesar de las advertencias de Jeremías.
Jeremías les profetiza que aquellos que persistan en su idolatría serán consumidos por la espada y el hambre, y no quedarán ni hombres, ni mujeres, ni niños. Dios castigará a los que habitan en Egipto por su maldad, al igual que castigó a Jerusalén. El remanente de Judá que está en Egipto sabrá cuál palabra ha de permanecer, la de Dios o la de ellos.
En resumen, estos capítulos muestran la persistencia de los judíos en buscar seguridad y estabilidad lejos de la voluntad de Dios. A pesar de las advertencias y reprimendas de Jeremías, ellos continúan en su idolatría y desobediencia. Esto trae juicio sobre ellos y sobre su tierra. Dios deja claro que solo aquellos que se arrepientan y obedezcan su palabra serán protegidos y bendecidos.
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