En este artículo exploraremos el capítulo 17 del segundo libro de Crónicas, donde se relatan las acciones del rey Josafat de Judá. A diferencia de su padre Asa, quien se apartó del Señor a pesar de haber buscado a Dios al principio de su reinado, Josafat fue un hombre que buscó al Señor de todo corazón. Su reinado estuvo marcado por su compromiso con Dios y por su deseo de seguir los caminos de David, su padre.
El capítulo comienza destacando cómo el señor estuvo con Josafat, ya que él caminó en los primeros caminos de su padre David y no siguió los pasos de los reyes de Israel. A diferencia de los reyes de Israel, que fueron malvados, Josafat buscó a Dios y se mantuvo fiel a los mandamientos del Señor. Como resultado, el señor confirmó su reino y le dio riquezas y gloria en abundancia.
Josafat no se conformó con lo que su padre Asa había hecho, sino que buscó seguir avanzando en su relación con Dios. Una de las acciones que realizó fue enviar instructores a las ciudades de Judá para enseñar la ley del Señor. Estos instructores llevaban consigo el libro de la ley, que incluía los diez mandamientos y otras enseñanzas reveladas por Dios a Moisés. Esta enseñanza del pueblo en la ley del Señor fue fundamental para fortalecer su relación con Dios y para ayudarles a vivir de acuerdo a su voluntad.
El resultado de esta instrucción fue que el temor del Señor cayó sobre los reinos que rodeaban a Judá. Las naciones vecinas, incluidos los filisteos y los árabes, comenzaron a mostrar respeto y a traerle presentes y tributos. Además, Josafat edificó fortalezas en Judá y estableció un ejército valiente para proteger a su pueblo.
Esta historia nos enseña la importancia de buscar a Dios de todo corazón y de vivir de acuerdo a su palabra. Josafat fue reconocido y bendecido por el Señor debido a su fidelidad y compromiso. También nos desafía a no conformarnos con lo que otros hicieron en el pasado, sino a seguir avanzando y creciendo en nuestra fe y obediencia a Dios.
Como creyentes, también tenemos la responsabilidad de instruir a otros en la ley del Señor. Debemos compartir las enseñanzas de la Biblia y ayudar a otros a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Cuando vivimos de esta manera, podemos ser una influencia positiva en nuestro entorno y llevar el temor y respeto del Señor a aquellos que nos rodean.
Finalmente, debemos recordar que nuestra obediencia a Dios y nuestra fidelidad a su palabra nos traerán bendiciones y prosperidad. Josafat experimentó esto en su reinado y nosotros también podemos experimentarlo cuando buscamos a Dios de todo corazón y vivimos de acuerdo a su voluntad.
En resumen, el capítulo 17 del segundo libro de Crónicas nos muestra el reinado de Josafat, un rey que buscó a Dios de todo corazón y vivió de acuerdo a su palabra. A través de su obediencia y enseñanza de la ley del Señor, Josafat fue reconocido y bendecido por Dios. Esta historia nos desafía a buscar a Dios de todo corazón, a vivir de acuerdo a su palabra y a instruir a otros en su verdad. Al hacerlo, encontraremos paz, prosperidad y una relación más profunda con nuestro Creador.
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