Números 26: Censo y reparto de tierras en Israel

En el capítulo 26 del libro de Números, vemos que el pueblo de Israel ha pasado por una circunstancia dolorosa. Han presenciado la caída de 24.000 personas que se inclinaron ante los falsos dioses y fueron seducidos por mujeres. En medio de esta tragedia, Dios le da una orden a Moisés para que realice un censo del pueblo.

Este censo es similar al que se realizó 40 años antes cuando Israel estaba a punto de entrar a la tierra de Canaán. Sin embargo, la generación anterior desconfió de la promesa de Dios y como consecuencia, fueron condenados a vagar por el desierto hasta morir. Ahora, una nueva generación ha crecido y están listos para poseer la tierra prometida.

En el censo, se cuentan los hombres mayores de 20 años que estén aptos para la guerra. La comparativa entre el censo del capítulo 1 y el del capítulo 26 muestra que ha habido un decremento en la población en general. Algunas tribus han crecido, mientras que otras han disminuido.

Es interesante observar que la tribu de Rubén y Simeón experimentaron un decrecimiento significativo en su población. Aunque la Biblia no nos da una explicación clara de lo que sucedió, esto puede ser indicativo de problemas como la esterilidad o enfermedades. Sin embargo, la tribu de Manasés tuvo un crecimiento notable, a pesar de que su líder, Selofjad, solo tuvo hijas.

Estos censos demográficos también determinaron la distribución de la tierra entre las tribus. Aquellas con mayor población recibirían una mayor herencia, mientras que las de menor población recibirían menos. Esta distribución se realizaría mediante un sorteo, para evitar conflictos y asegurar la justicia en el reparto.

Además, el capítulo menciona la situación de los levitas, quienes no fueron censados entre los israelitas, ya que no recibirían una herencia en la tierra. Su sustento provendría de los diezmos del pueblo. Esta es una muestra de que el pueblo de Israel era más que una nación, era una familia de fe y esperanza.

El capítulo concluye mencionando que aquellos que fueron censados por Moisés y Aarón en el desierto del Sinaí, no entraron a la tierra prometida, a excepción de Josué y Caleb. Esto nos enseña la importancia de ser fieles y obedientes a Dios para poder disfrutar de su promesa.

En resumen, el capítulo 26 del libro de Números nos muestra el censo del pueblo de Israel previo a su entrada a la tierra de Canaán. A través de este censo, Dios determina la distribución de la tierra y muestra que su pueblo es una familia de fe y esperanza. Aunque no nos revela todos los detalles, podemos aprender la importancia de la fidelidad y obediencia a Dios en nuestra vida.

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