Abraham, un guerrero noble y fiel || Génesis 14

En la Biblia, Abraham es conocido por su fe, generosidad, obediencia y humildad. Sin embargo, también demostró ser valiente y astuto en la guerra y diplomacia. En el capítulo 14 del libro del Génesis, Abraham se entera de que su sobrino Lot ha sido capturado por unos reyes invasores. Sin resentimiento y movido por su amor familiar, Abraham decide rescatarlo.

Abraham busca el consejo divino y se prepara para la guerra. Reúne a 318 de sus siervos, hombres piadosos y entrenados en el servicio de Dios y en el uso de las armas. Se une a dos aliados y juntos persiguen a los invasores. Dividen sus fuerzas estratégicamente y atacan sorpresivamente durante la noche. Logran una rápida victoria, derrotan al rey invasor y liberan a Lot y a los demás prisioneros.

El triunfo de Abraham se debe a su fe y a su valor. Su justicia y religión lo capacitan para mantener el derecho y defender a los oprimidos. Su heroica hazaña le otorga influencia entre las tribus circundantes.

Al regresar, Abraham es honrado por el rey de Sodoma como un conquistador. Sin embargo, Abraham rechaza obtener ganancias personales y solo solicita que sus aliados reciban su parte correspondiente. Su ejemplo es un reproche para los egoístas y mercenarios.

Después de la guerra, Abraham es recibido por Melquisedec, el rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo. Melquisedec le ofrece pan y vino y lo bendice. Abraham, en reconocimiento a Dios, le entrega el diezmo de todo lo que tiene.

La identidad real de Melquisedec es objeto de debate. Algunos sugieren que podría ser el hijo de Noé, Sem, mientras que otros consideran que no hay suficientes evidencias para determinarlo con certeza. Lo más importante es la reverencia que Melquisedec tenía hacia Dios y la actitud de respeto y devoción que Abraham mostró hacia él.

De este pasaje de Génesis 14 aprendemos la importancia de rescatar a otros y de tener una influencia positiva en la vida de las personas. Dios utiliza a sus siervos para liberar a aquellos que están esclavizados por el pecado. Nuestro interés debe ser el rescate y la ayuda a aquellos que se encuentran en circunstancias difíciles espiritualmente.

Además, este relato nos muestra la importancia de reconocer que todo lo que tenemos pertenece a Dios. Cuando ofrendamos o damos nuestro diezmo, estamos reconociendo que todo es suyo y que confiamos en él como nuestro sumo sacerdote y proveedor. También nos anima a vivir vidas justas, generosas y humildes, siguiendo el ejemplo de Abraham.

En conclusión, el relato de Abraham en el capítulo 14 del Génesis nos enseña valiosas lecciones sobre fe, valentía, honor, generosidad y obediencia. También nos invita a reflexionar sobre nuestra influencia en la vida de los demás y nuestra actitud hacia los recursos que Dios nos ha dado. Que podamos seguir el ejemplo de Abraham y ser siervos fieles de Dios en nuestro diario vivir.

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