Leviatán: Un monstruo traicionero que debemos enfrentar.

Hoy continuaremos nuestro recorrido por las sagradas escrituras, adentrándonos en el capítulo 41 del libro de Job. En este capítulo, Dios sigue hablando y comienza con una interrogante: «¿Puedes pescar al leviatán con anzuelo?». El leviatán es descrito como una criatura poderosa que habita en el agua y se cree que es figurativo del Satanás.

Al igual que el hipopótamo es comparado con el hombre en el capítulo anterior, el leviatán es comparado con Satanás en este capítulo. Esta comparación se debe a las características traicioneras y peligrosas que ambos tienen. Se dice que el leviatán es un animal que causa daño y destrucción, al igual que Satanás.

No existe evidencia tangible de la existencia del leviatán, pero en el antiguo testamento, se le describe como un animal temible y poderoso. Sin embargo, es importante tener en cuenta que Job es un libro poético y muchas veces utiliza figuras e ilustraciones para transmitir un mensaje.

El leviatán es descrito como un animal que no puede ser controlado por el hombre. Sus dientes espantan, su espalda tiene hileras de escudos y su estornudo lanza destellos. Estas descripciones son figuras poéticas que transmiten la idea de que el leviatán es un animal aterrador y peligroso.

La comparación del leviatán con Satanás se debe a las similitudes en su forma de actuar. Ambos son traicioneros, poderosos y buscan hacer daño. Sin embargo, Dios tiene el control sobre todas las cosas y puede protegernos de los ataques de Satanás.

El capítulo también enfatiza la impotencia del ser humano frente a la naturaleza. Aunque el hombre ha desarrollado armas y técnicas de caza, sigue siendo vulnerable frente a la fuerza y la astucia de los animales. Esto nos recuerda nuestra dependencia de Dios y la importancia de confiar en él para nuestra protección y seguridad.

Así como buscamos protegernos de los animales peligrosos en el mundo físico, debemos también alejarnos de las tentaciones y los ataques de Satanás en el mundo espiritual. Debemos buscar refugio en Dios y confiar en su poder para enfrentar cualquier situación.

En resumen, el capítulo 41 del libro de Job nos habla sobre el leviatán, una criatura poderosa comparada con Satanás. A través de esta descripción figurativa, se nos enseña sobre la importancia de confiar en Dios para nuestra protección y seguridad. Debemos alejarnos de las tentaciones de Satanás y buscar refugio en Dios en todo momento.

¡No te pierdas el próximo capítulo del libro de Job! Y recuerda que si tienes alguna pregunta o duda, puedes contactarme a través del número de WhatsApp 314 358 13 59. ¡Bendiciones!

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