Confianza en Dios frente a las tentaciones materiales

En este artículo, continuaremos nuestro recorrido por las sagradas escrituras y nos centraremos en el capítulo 31 del libro de Job. En este capítulo, Job expone su queja ante Dios y reflexiona sobre su vida y sus acciones. A lo largo del discurso, Job discute temas como la pureza, la fidelidad y la justicia social.

Pacto de fidelidad

Job comienza este capítulo hablando sobre el pacto que hizo consigo mismo, un compromiso de no mirar con codicia a ninguna mujer. Él reconoce las tentaciones y los pecados más comunes del ser humano, como el robo, la mentira, la codicia y el adulterio. Aunque vivió hace miles de años, Job entiende que la naturaleza humana sigue siendo la misma en la sociedad actual. Sin embargo, él afirma haber hecho un pacto con sus ojos y su mente para evitar caer en estas tentaciones.

Naturaleza humana y principios divinos

Job reconoce que los pecados más comunes del ser humano, como el adulterio o las relaciones ilícitas, incluso fueron cometidos por hombres de Dios en la Biblia, como Abraham, Salomón y David. Job argumenta que no es una cuestión de cultura, sino de principios divinos. Dios estableció un principio de fidelidad en el matrimonio, y aquellos que lo siguieron encontraron bendición, mientras que aquellos que lo ignoraron sufrieron las consecuencias.

Job también reflexiona sobre la responsabilidad de la mujer en las relaciones prematrimoniales. Él reconoce que las mujeres tienen el poder de decir «sí» o «no» a una relación y que los hombres deben aceptar sus decisiones. Aunque algunas personas argumentan que el concubinato o las relaciones extramatrimoniales eran culturalmente aceptadas en tiempos bíblicos, Job sostiene que es una cuestión de principios y que estas prácticas tienen consecuencias negativas en la sociedad.

Consecuencias de las acciones

Job continúa hablando sobre las consecuencias de las acciones humanas. Él reconoce que si ha cometido alguna falta, debe enfrentar las consecuencias. Job muestra su temor a Dios y su reconocimiento de que cada acción tiene un efecto, ya sea positivo o negativo, en la vida de las personas.

Confianza en las posesiones materiales

Otro tema que Job aborda en su discurso es la confianza en las posesiones materiales. Él reconoce que poner la confianza en el oro y en las riquezas es un error y menciona que no se regocijó por la desgracia de sus enemigos ni se deleitó en el mal. Job muestra que no puso su confianza en las riquezas, sino en Dios.

La espera de una respuesta divina

Job concluye su discurso expresando su deseo de que Dios responda a sus preguntas y demandas. Él deja en claro que ha examinado su vida y sus acciones, y está dispuesto a enfrentar las consecuencias si ha cometido algún pecado. Job está en busca de respuestas y está dispuesto a confiar en las promesas de Dios hasta que llegue el momento en que Dios lo juzgue y responda a sus interrogantes.

Conclusión

Este capítulo del libro de Job nos enseña sobre la importancia de la pureza, la fidelidad y la justicia social. Nos muestra que las acciones tienen consecuencias y que debemos confiar en Dios en lugar de poner nuestra confianza en las posesiones materiales. Nos insta a ser sinceros en nuestras acciones, hacer un autoanálisis de nuestras vidas y esperar en Dios para recibir respuestas a nuestras preguntas. La decisión de confiar en Dios y seguir Sus principios está en nuestras manos.

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