En este artículo continuaremos con nuestro recorrido por el libro de la reina Esther, específicamente analizando el capítulo 7. En el capítulo anterior, vimos cómo Esther se acerca al rey Asuero y le invita a un banquete con Amán, sin expresar sus verdaderos sentimientos. Preocupado por Esther y otras cuestiones, el rey Asuero pierde el sueño e indaga en los registros históricos, donde encuentra que Mardoqueo le había advertido sobre una amenaza de muerte sin recibir ninguna recompensa.
El rey Asuero le pregunta a Amán qué recompensa debería recibir una persona a la que él quisiera honrar o beneficiar, y Amán, creyendo que se refería a él, sugiere un gran homenaje. Sin embargo, en realidad, la persona que iba a ser honrada era Mardoqueo, a quien Amán odiaba intensamente.
Por consejo de su familia, Amán prepara una horca para quitarle la vida a Mardoqueo y establece un decreto de muerte contra todo el pueblo judío. Mientras esperaban el día en que se llevaría a cabo este decreto, seguramente el pueblo judío fue ofendido y menospreciado por las provincias pertenecientes al reino de Persia.
Esther decide interceder por su pueblo y encuentra una estrategia para hacerle entender al rey Asuero su situación. Para ello, organiza un segundo banquete al que invita al rey y a Amán. Durante el banquete, el rey le pregunta a Esther cuál es su pedido y ella responde que desea que se salve su vida y la de su pueblo.
Esther destaca que, si el pueblo judío hubiera sido vendido como esclavos en lugar de ser condenados a muerte, ella no estaría haciendo tal petición. Expresa su preocupación por la vida de su pueblo y la suya propia, ya que han sido vendidos para ser destruidos.
El rey Asuero, conmovido por las palabras de Esther, le pregunta quién es el responsable de esta amenaza. Esther señala directamente a Amán como el enemigo y adversario. Amán se llena de temor ante la ira del rey y, al ver que su ruina está decidida, se queda para rogar por su vida.
El rey Asuero, encolerizado, sale al huerto del palacio para reflexionar sobre la traición de Amán. Por otro lado, Amán se queda suplicando a la reina por su vida pero, al volver el rey Asuero del huerto, se encuentra con que Amán ha caído sobre el diván donde estaba Esther.
El rey, al ver esta escena, se pregunta si Amán también ha intentado violar a la reina. En ese momento, uno de los eunucos menciona que se ha realizado una investigación en la casa de Amán. Encuentran una horca de gran tamaño que Amán había preparado para Mardoqueo.
Finalmente, el rey ordena que Amán sea colgado en la misma horca que él había preparado para Mardoqueo. Así se cumple el castigo de Amán y se calma la ira del rey hacia las malas intenciones de Amán.
Este pasaje nos muestra cómo la astucia y la valentía de Esther resultan en la salvación de su pueblo. Además, vemos cómo las intenciones ocultas de Amán se vuelven en su contra y su castigo cae sobre él mismo.
Podemos extraer lecciones importantes de este relato, como la importancia de la integridad y la fidelidad, así como la necesidad de estar atentos a las intenciones y acciones de aquellos que nos rodean. También podemos ver el poder de la oración y cómo un acto de valentía puede cambiar el curso de los acontecimientos.
En conclusión, el capítulo 7 del libro de Esther nos muestra la forma en que Esther se acerca al rey Asuero para interceder por su pueblo y revelar las verdaderas intenciones de Amán. También nos enseña la importancia de ser fieles a Dios y estar dispuestos a actuar valientemente en situaciones difíciles. Este relato nos brinda lecciones valiosas y nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todo momento.
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