En este artículo, continuamos nuestro recorrido por las sagradas escrituras y nos enfocamos en los capítulos del 15 al 17 del segundo libro de Samuel. En esta porción de la Biblia, encontramos la historia de Absalón, quien se rebela contra su padre, el rey David, y busca tomar el trono.
Absalón, astutamente, se gana el favor del pueblo. Se levanta temprano y se coloca a un lado del camino a la puerta. Cuando alguien tiene un pleito o una causa que necesita ser resuelta, Absalón lo llama y le dice que sus palabras son buenas y justas, pero lamentablemente no hay nadie que lo escuche de parte del rey. Absalón asegura que si él estuviera en el poder, haría justicia para todos.
Absalón continúa ganándose el corazón de los israelitas durante cuatro años, hasta que decide pedir permiso a su padre para ir a Hebrón a pagar un voto que había prometido al Señor. El rey David permite que Absalón vaya, y al hacerlo, Absalón envía mensajeros por todas las tribus de Israel para anunciar que él es el rey en Hebrón.
La conspiración contra David crece y se hace cada vez más grande. Finalmente, llega un mensaje a David informándole que el corazón de todo Israel está con Absalón. David reúne a sus servidores y les aconseja que huyan de Jerusalén para salvar sus vidas. En medio de la huida, David deja diez esposas concubinas para que las guarden en la casa.
A medida que David y todo el pueblo que lo seguía se detienen en un lugar distante, Absalón entra en Jerusalén y toma el trono. Además, Absalón deshonra a las concubinas de su padre públicamente, como una forma de mostrar su desprecio hacia David y consolidar su poder.
Ante esta situación, David y todo su pueblo continúan huyendo y se detienen en un lugar donde descansan y Soni, si va, un hombre de la familia de Saúl, sale a maldecir a David y arrojarle piedras. Aunque David tiene a sus hombres valientes a su lado, decide no responder a las provocaciones y enfrentamientos físicos.
En medio de la huida, David se encuentra con personas que muestran lealtad y apoyo, como Usaí y Barzilai. Usaí, amigo de David, le ofrece su servicio y se muestra dispuesto a seguirlo donde sea que vaya. Barzilai, por otro lado, proporciona alimentos y suministros para David y su pueblo, reconociendo sus necesidades y mostrando generosidad.
Mientras tanto, Absalón busca consejo para enfrentar a su padre. Aitofer y Usái ofrecen distintos planes estratégicos. Finalmente, Absalón decide seguir el consejo de Aitofer y se prepara para atacar a David y su pueblo. Sin embargo, Dios tiene otros planes y frustra el consejo de Aitofer para llevar a cabo su propio propósito.
David, siendo advertido por sus consejeros, escapa a tiempo y cruza el Jordán. A medida que la historia continúa, vemos cómo se desarrollará el conflicto entre David y Absalón.
En conclusión, estos capítulos del segundo libro de Samuel nos muestran una vez más las luchas y las tensiones en el reino de Israel. Vemos cómo la astucia y el ingenio de Absalón se utilizan para ganarse el favor del pueblo y desafiar el gobierno de su padre. A pesar de las conspiraciones y desafíos, David sigue confiando en Dios y busca su guía en medio de las circunstancias difíciles.
Este relato nos recuerda la importancia de la lealtad, la sabiduría, la confianza en Dios y la búsqueda de su guía en medio de los desafíos y conflictos que enfrentamos en la vida. Al explorar estas narrativas bíblicas, podemos encontrar lecciones y principios atemporales que aún son relevantes para nuestra propia jornada espiritual.
¡Atrévete con nuestro Trivial! – Desafío de Inteligencia Bíblica