Eclesiastés 1 – Vanidad en la búsqueda de la felicidad | BIBLIA EXPLICADA

Hoy desperté con esperanza, con un fuego ardiendo en mi corazón. Un nuevo día ha nacido lleno de esperanza, listo para ser reavivado por la palabra del Señor. En esta ocasión, abrimos nuestras Biblias en el libro de Eclesiastés, escrito por Salomón en su vejez. Después de probar completamente que todos los placeres que la tierra puede ofrecer son vanos e insatisfactorios, Salomón nos muestra lo imposible que es que la vanidad del mundo satisfaga los anhelos del alma. En su conclusión, el sabio disfruta con gratitud las bendiciones de Dios y hace lo que es correcto, sabiendo que todas nuestras obras serán juzgadas.

Eclesiastés es la triste historia autobiográfica de Salomón, que nos brinda detalles de su búsqueda de la felicidad. Salomón se dedicó a la investigación intelectual, llevó a cabo grandes empresas comerciales y estuvo rodeado del fascinante esplendor de la vida cortesana. Tenía a su disposición todo lo que el corazón carnal podría desear, pero Salomón resume su experiencia en este triste registro: «Vanidad de vanidades, todo es vanidad» (Eclesiastés 1:2). Se pregunta: ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con el que se afana debajo del sol? (Eclesiastés 1:3). Observa cómo las generaciones vienen y van, pero la tierra permanece para siempre. El sol sale y se pone, el viento sopla y gira continuamente, los ríos fluyen hacia el mar pero nunca se llena. Todo es agotador y no hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiastés 1:4-11).

Salomón reconoce que lo torcido no se puede enderezar y lo que falta no se puede contar (Eclesiastés 1:15). A pesar de tener grandes riquezas y sabiduría, descubre que la búsqueda del conocimiento trae consigo dolor y molestia (Eclesiastés 1:16-18). Aunque en un momento de su vida, Salomón encontró satisfacción en la sabiduría al pedirla a Dios, más tarde la dejó de lado por los placeres que el mundo le ofrecía.

Es interesante que Salomón afirme que no hay nada nuevo bajo el sol. A veces, buscamos nuevas experiencias y circunstancias que nos hagan sentir diferentes, pero la experiencia de muchas personas nos dice que la vida está llena de dolores, tristezas, presiones e insatisfacciones. En un momento, Salomón se dio cuenta de que el conocimiento también trae dolor. Es por eso que Dios, como nuestro Padre amoroso, nos guarda ciertos tipos de conocimiento a los que no estamos preparados. Nos protege y nos guía hacia la felicidad y la salvación a través de Cristo.

Cuando Dios revela una verdad y tratamos de vivir de acuerdo a ella, podemos ver a nuestro alrededor la ignorancia y rebeldía hacia su palabra. Esto nos causa dolor, ya que vemos cómo muchas personas descuidan el mensaje. Pero, a pesar de todo esto, podemos encontrar consuelo y esperanza en la palabra de Dios. Mientras los placeres terrenales son momentáneos, la felicidad que Dios quiere brindarnos es eterna.

En este día, permitamos que la luz de la palabra ilumine nuestro camino, reavive nuestra vida y nos prepare plenamente. Que la palabra de Dios sea nuestro mayor tesoro, ya que en ella encontramos la perla de gran precio. Los placeres mundanos pueden decepcionarnos, pero la felicidad que Dios ofrece supera cualquier cosa que el mundo pueda dar. Que en este día, dejemos que la palabra del Señor reavive nuestra esperanza y nos guíe a una vida plena.

Que la paz de Dios esté contigo.

¡Atrévete con nuestro Trivial! – Descifra las palabras bíblicas

EMPEZAR QUIZ