En nuestro recorrido por las Sagradas Escrituras, hemos llegado al final del libro de Nehemías, específicamente al capítulo 13, que es el último capítulo de este libro histórico. Nehemías, como copero del rey, tuvo que regresar a Babilonia dejando encargados a otros líderes para mantener la organización del pueblo después de experimentar un reavivamiento espiritual y completar la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Al regresar, Nehemías se encuentra con varias situaciones problemáticas. Descubre que el pueblo está violando la prohibición de tener relaciones sentimentales con extranjeros, especialmente moabitas y amonitas. Aunque algunas mujeres extranjeras, como Rut, sí fueron aceptadas en Israel por su fe y compromiso con Dios, aquellos que no aceptaban vivir de acuerdo a la voluntad de Dios debían ser separados del pueblo.
En el templo, Nehemías encuentra que el sumo sacerdote Eliashib ha emparentado con Tobías, un hombre que había estado en contra de la reconstrucción de los muros. Tobías incluso había obtenido una habitación dentro del templo, lo cual estaba prohibido. Nehemías decide sacar las pertenencias de Tobías y restaurar el lugar sagrado.
Nehemías se da cuenta de que los levitas no están recibiendo su porción del diezmo, lo cual estaba violando la normativa establecida. También descubre que algunos comerciantes están trabajando en el sábado y vendiendo sus productos en Jerusalén. Nehemías reprende a los responsables y ordena cerrar las puertas de la ciudad en el día de reposo para evitar que continúen profanándolo.
Otro problema que Nehemías aborda es el matrimonio de judíos con mujeres extranjeras, lo cual estaba contaminando el sacerdocio y violando el pacto del pueblo con Dios. Nehemías reprende a los responsables y les recuerda el mal que hizo Salomón al casarse con mujeres extranjeras y adorar a otros dioses.
Finalmente, Nehemías purifica el sacerdocio, pone a los levitas en sus puestos y asegura que se guarden las leyes del sábado y las ofrendas correspondientes.
En resumen, Nehemías se enfrenta a varias situaciones problemáticas en el pueblo de Israel, incluyendo la violación de las leyes sobre relaciones sentimentales con extranjeros, el abuso de poder en el templo, la profanación del sábado y el matrimonio con mujeres extranjeras. Nehemías toma medidas para corregir estas faltas y restaurar la obediencia a Dios.
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