La Biblia, las sagradas escrituras que abarcan el antiguo y el nuevo testamento, constituyen la palabra de Dios escrita transmitida por inspiración divina. Mediante santos hombres de Dios que hablaron y escribieron siendo impulsados por el Espíritu Santo, a través de esta palabra Dios ha comunicado a los seres humanos el conocimiento necesario para alcanzar la salvación. Las sagradas escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina, son la norma del carácter y el criterio para evaluar la experiencia, la revelación autorizada de las doctrinas y un registro fidedigno de los actos de Dios realizados en el curso de la historia.
Hoy abriremos nuestras Biblias en el libro de Números, específicamente en los capítulos 9 al 11. Este pasaje nos transporta al desierto de Sinaí, en el segundo año de la salida de Egipto. El Señor le dijo a Moisés que los israelitas debían celebrar la Pascua a su tiempo, el día 14 del primer mes, conforme a todos los ritos establecidos. Así lo hicieron, pero algunos israelitas estaban impuros por haber tocado un cadáver y no pudieron participar de la Pascua. Moisés consultó al Señor y este le dio instrucciones para que aquellos que estuvieran impuros o de viaje pudieran celebrar la Pascua un mes después, en el segundo mes.
Además de las instrucciones para la Pascua, el pasaje también nos enseña sobre la guía divina en el desierto. El Señor se manifestaba a través de una nube que cubría la tienda de reunión. Cuando la nube se levantaba, los israelitas partían, y cuando se detenía, acampaban. Este era el orden establecido por el Señor y los israelitas lo obedecían fielmente. La nube simbolizaba la presencia y dirección divina en medio de su pueblo.
El pasaje continúa hablando sobre las trompetas de plata que debían usarse para convocar a la congregación y levantar el campamento. Moisés recibió instrucciones precisas sobre el uso de estas trompetas, utilizando diferentes toques para diferentes situaciones. Por ejemplo, un solo toque convocaba a los príncipes y jefes de los israelitas, mientras que un toque de alarma indicaba el movimiento del campamento.
Luego, el pasaje nos relata como el pueblo comenzó a quejarse por la falta de carne y a añorar los alimentos que solían comer en Egipto. Esto hizo que el Señor se enojara y enviara codornices para saciar el deseo del pueblo. Sin embargo, tan pronto como tuvieron la carne entre sus dientes, el enojo del Señor se encendió contra ellos y los hirió con una plaga.
Estos pasajes de Números nos muestran la importancia de seguir las instrucciones y directrices que Dios nos da en su palabra. Nos enseñan que debemos confiar en la guía divina en nuestras vidas y recordarnos que la voluntad del Señor es perfecta y debe ser obedecida. Además, nos recuerdan que no debemos desear volver a nuestro pasado de pecado, sino confiar en la provisión de Dios en nuestras vidas.
La lectura de estos pasajes nos anima a profundizar en nuestra comprensión de la Biblia y a seguir buscando la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida. La Biblia es una fuente inagotable de sabiduría, enseñanzas y guía espiritual. Nos anima a seguir explorando la Palabra de Dios para crecer en nuestra fe y conocimiento de Él.
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