La redención: el rescate de la humanidad por Cristo

La redención es una expresión metafórica que ilustra la obra de Cristo en la cruz para rescatar a la humanidad esclavizada por el pecado. Este concepto se utilizaba comúnmente en transacciones comerciales para la compra y venta, pero también se aplicaba al rescate de propiedades, animales o personas de la esclavitud.

La redención en Cristo se caracteriza por ser una entrega voluntaria como un acto de gracia. Cristo se entregó voluntariamente para rescatarnos del pecado, sin que nosotros lo mereciéramos. Esta entrega se menciona en varios versículos bíblicos, como Marcos 10:45 y 1 Timoteo 2:6.

Además, Cristo pagó el precio de nuestra redención con su propia sangre y sacrificio. Él se convirtió en maldición por nosotros, asumiendo el castigo que nosotros merecíamos. Esto se menciona en Gálatas 3:13 y en varios otros pasajes bíblicos.

La redención, por lo tanto, implica la compra o rescate de algo que se había perdido. En el contexto espiritual, la redención implica que Dios nos rescata de la esclavitud del pecado y nos libera a través de Cristo. En cuanto a quién recibe el pago por nuestra redención, la Biblia no especifica a quién se le paga, ya que la redención es una metáfora o ilustración de la obra de Dios en el plan de salvación.

La redención nos permite comprender la obra de Cristo en la cruz, la liberación de la esclavitud del pecado y el costo elevado que se pagó por nuestra redención. No existe una libertad absoluta, ya que somos esclavos de Satanás o siervos de Cristo. La actitud correcta nos permite disfrutar de la redención presente y esperar la redención futura cuando Cristo regrese.

En conclusión, la redención en Cristo es un acto de gracia que implica una entrega voluntaria y el pago del precio de nuestra redención con su propia sangre. Reconocer la obra redentora de Cristo en nuestras vidas nos lleva a vivir de acuerdo a su voluntad y a ser siervos fieles. Que podamos disfrutar de la redención y reconocer a Cristo como nuestro Señor y nosotros como sus siervos. Que Dios nos bendiga a todos.

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