La oposición en la reconstrucción de Jerusalén

Hoy vamos a continuar con el análisis del libro de Esdras, en particular, con el capítulo 4. Este capítulo nos presenta un contexto interesante, ya que narra la oposición que enfrentó el pueblo de Israel al intentar reconstruir el templo en Jerusalén después del exilio en Babilonia.

En el capítulo 4 se menciona que los enemigos de Judá y Benjamín, que eran los habitantes de la región, se acercaron al gobernador Zorobabel y a los jefes de las casas paternas y les ofrecieron su ayuda en la construcción del templo. Sin embargo, el escritor del libro describe a estos enemigos como tales, ya que sabía que su intención era dañar y frustrar los planes de Judá.

Este pasaje nos enseña que, aunque muchas veces las personas se acerquen con intenciones aparentemente amigables, debemos ser prudentes y discernir si su ayuda es conveniente o no para nuestros planes. En este caso, los judíos rechazaron la ayuda de estos enemigos, ya que habían aprendido de la historia y sabían que confiar en personas ajenas a su fe podía resultar en problemas.

El texto también nos muestra el contexto histórico de la presencia de extranjeros en la región de Samaria, que eran descendientes de israelitas y extranjeros que fueron llevados allí después de la deportación del reino del norte de Israel por los asirios. Estos extranjeros tenían sus propias creencias y prácticas religiosas, lo que generaba tensiones y conflictos con los judíos.

En el transcurso del capítulo, se mencionan varios reyes persas, como Ciro, Darío y Artajerjes, quienes gobernaron durante ese período. Estos reyes fueron clave en la reconstrucción de Jerusalén, ya que algunos de ellos emitieron decretos que permitieron a los judíos reconstruir el templo y las murallas de la ciudad.

En este capítulo en particular, los enemigos de Judá y Benjamín enviaron una carta al rey Artajerjes para informarle sobre la reconstrucción de la ciudad y argumentar que, si se completaba, los judíos dejarían de pagar impuestos y tributos al rey. Como resultado, el rey emitió un decreto ordenando que se detuviera la construcción hasta que él diera nuevas instrucciones.

Esto muestra cómo, a pesar de los esfuerzos del pueblo de Judá, la oposición persistió y afectó el avance de la reconstrucción de la ciudad. Sin embargo, Dios tenía otros planes y finalmente se completó la reconstrucción con la ayuda de Nehemías y otros líderes.

Esta historia nos enseña que, cuando buscamos hacer la voluntad de Dios, es posible enfrentar oposición y contratiempos. Sin embargo, debemos confiar en que Dios tiene el control de todas las cosas y que Él cumplirá Su propósito en Su tiempo perfecto.

En resumen, el capítulo 4 de Esdras nos muestra la oposición que enfrentó el pueblo de Israel al intentar reconstruir el templo y las murallas de Jerusalén. A través de la historia, vemos la presencia de enemigos que se presentaban como amigos, pero cuyas intenciones eran perjudiciales. También se mencionan los diversos reyes persas que gobernaron en ese período y su influencia en la reconstrucción. A pesar de la oposición, Dios cumplió Su propósito y la ciudad fue reconstruida. Esta historia nos enseña la importancia de confiar en Dios y perseverar a pesar de las adversidades.

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