Descubriendo los tesoros de Jeremías: profecías y llamado a la conversión

En este artículo, exploraremos los primeros tres capítulos del libro del profeta Jeremías en la Biblia. Estos capítulos nos brindan una visión profunda de la llamada de Jeremías y de las advertencias y exhortaciones del Señor para el pueblo de Israel. A través de la lectura sistemática de la Biblia, podemos descubrir tesoros que el Señor ha revelado en su Palabra para nosotros hoy.

El libro de Jeremías comienza con una introducción que nos informa sobre el tiempo y el contexto en el que Jeremías recibió las palabras del Señor. Jeremías se identifica como el hijo de Hilcías, uno de los sacerdotes de Anatot en la tierra de Benjamín. Las palabras del Señor fueron recibidas durante los días de Josías, Joacim y Sedequías, reyes de Judá. Esto abarca desde el año trece del reinado de Josías hasta el cautiverio de Jerusalén en el quinto mes.

En el primer capítulo, el Señor le habla a Jeremías y lo llama a ser profeta para las naciones. Jeremías se siente intimidado por su juventud e incapacidad, pero el Señor le asegura que irá a donde Él le envíe y hablará lo que Él le mande. El Señor le pide a Jeremías que no tema, porque Él estará con él para librarlo. Luego, el Señor toca la boca de Jeremías y pone sus palabras en ella, dándole autoridad para arrancar y destruir, para arruinar y derribar, pero también para edificar y plantar.

En este primer encuentro con el Señor, Jeremías tiene una visión de una rama de almendro, que representa la vigilancia y prontitud de Dios para cumplir su palabra. Luego tiene una segunda visión de una olla hirviendo que se asoma desde el norte, simbolizando el mal que vendrá sobre Judá debido a su idolatría y maldad. El Señor le dice a Jeremías que traerá a los reinos del norte para juzgar a Judá por su infidelidad.

En el segundo capítulo, el Señor le habla a Jeremías y le recuerda a Israel su devoción y amor en la juventud, cuando caminaban en pos del Señor en el desierto. Pero ahora, Israel se ha alejado del Señor y ha seguido a dioses falsos, contaminando la tierra con su maldad. El Señor les pregunta a los israelitas qué mal encontraron en Él que los hizo alejarse. A pesar de todos los favores y bendiciones que el Señor les otorgó, Israel ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha, buscando amor y seguridad en dioses extraños.

En el tercer capítulo, el Señor continúa llamando a Israel a convertirse y volver a Él. Él compara la infidelidad de Israel con la fidelidad de una esposa hacia su esposo. A pesar de la infidelidad de Israel, el Señor les muestra compasión y les insta a volver a Él con todo su corazón. Él promete que tomará a uno de cada ciudad y a dos de cada familia y los guiará y pastoreará según su corazón. El Señor también habla sobre el futuro, cuando el arca del pacto ya no será recordada, porque Jerusalén será reconocida como el trono del Señor y todas las naciones vendrán a honrar Su nombre.

Estos primeros tres capítulos de Jeremías nos muestran la llamada y la misión de Jeremías como profeta, así como las advertencias y exhortaciones del Señor para el pueblo de Israel. Nos enseñan la importancia de ser fieles al Señor, de no seguir dioses falsos y de volvernos a Él con todo nuestro corazón. También nos muestran la compasión y la paciencia del Señor, que siempre está dispuesto a recibirnos de vuelta cuando nos volvemos hacia Él.

La lectura sistemática de la Biblia es una forma valiosa de descubrir las verdades y enseñanzas que el Señor ha revelado a través de su Palabra. Si deseas profundizar en el conocimiento de la Biblia y estar al día con las enseñanzas del Señor, te invitamos a explorar otros artículos y contenido en nuestra web. Como se nos dice en Romanos 15:4: «todo lo que antes fue escrito para nuestra enseñanza fue escrito para que por la paciencia y el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza».

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