Las Sagradas Escrituras, que comprenden el Antiguo y el Nuevo Testamento, son la palabra escrita de Dios transmitida por inspiración divina a hombres santos de Dios que hablaron y escribieron impulsados por el Espíritu Santo. A través de esta palabra, Dios ha comunicado a la humanidad el conocimiento necesario para alcanzar la salvación. Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina, son la norma del carácter, el criterio para evaluar la experiencia, la revelación autorizada de las doctrinas y un registro fidedigno de los actos de Dios en la historia.
Hoy abrimos nuestras Biblias en el libro de Números, específicamente en los capítulos del 21 al 23. En estos capítulos, podemos aprender lecciones valiosas sobre la fidelidad de Dios y su voluntad para su pueblo. En el capítulo 21, se relata cómo el rey cananeo atacó a Israel, pero el pueblo hizo un voto al Señor y prometió destruir a los cananeos. Dios escuchó la voz de Israel y entregó al enemigo en sus manos.
Posteriormente, los israelitas partieron hacia el desierto y comenzaron a quejarse contra Dios y Moisés. Se sentían cansados de la comida que les daban y de la falta de agua. En respuesta, Dios envió serpientes venenosas que mordieron al pueblo, causando la muerte de muchos. Al reconocer su pecado, el pueblo se acercó a Moisés y le pidió que ore al Señor para que las serpientes fueran quitadas. Moisés oró por el pueblo y Dios le ordenó hacer una serpiente de bronce y colocarla en un mástil. Todo aquel que fuera mordido y mirara a la serpiente de bronce, viviría. Esta historia presenta un paralelo con la salvación a través de Jesucristo, quien fue levantado en la cruz para que todos aquellos que crean en él tengan vida eterna.
En los capítulos siguientes, los israelitas continúan su travesía por el desierto, enfrentando desafíos y obstáculos. Sin embargo, Dios les muestra su fidelidad y poder al otorgarles victorias sobre sus enemigos, como los amorreos y moabitas. A través de estas batallas, vemos cómo Dios protege y provee para su pueblo, cumpliendo sus promesas y mostrando su autoridad sobre otras naciones.
La historia de Balaam, el profeta contratado por el rey Balac para maldecir a Israel, también se encuentra en estos capítulos. A pesar de los intentos de Balac, Dios pone palabras de bendición en la boca de Balaam. Esto demuestra que Dios es soberano sobre toda resistencia o maldición dirigida hacia su pueblo. En su profecía, Balaam exalta la fidelidad de Dios hacia Israel y pronostica su victoria sobre sus enemigos.
Estos capítulos nos enseñan que nuestro Dios es un Dios fiel que cumple sus promesas y protege a su pueblo. Él es el mismo ayer, hoy y siempre, y su fidelidad hacia nosotros no cambia. Al estudiar estos pasajes, somos recordados de la importancia de confiar en Dios en todas las circunstancias y de reconocer su poder y autoridad sobre todas las cosas.
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