Hoy en nuestro recorrido explicativo por las Sagradas Escrituras, vamos a analizar el capítulo 22 del primer libro de Crónicas. En este capítulo, el rey David habla con su hijo Salomón sobre la construcción del templo. Aunque en capítulos anteriores hemos visto las victorias y derrotas de David, el escritor de Crónicas se enfoca en motivar al pueblo de Israel después del exilio, recordándoles las promesas del Señor y fortaleciendo su fe y confianza en Él.
David, después de haber adquirido un territorio para la construcción del templo, le dice a Salomón que él no será quien construya el templo, sino que será uno de sus hijos. Además, David establece las condiciones para los extranjeros que viven en Israel, enfatizando que deben aceptar las normas y principios establecidos por Dios.
David provee materiales para la construcción del templo, como oro, plata, bronce, hierro, madera y piedra. Le dice a Salomón que tiene a su disposición muchos oficiales y expertos en diferentes trabajos. También anima a Salomón a obedecer las leyes y ordenanzas de Dios, prometiéndole que si lo hace, prosperará.
David habla con todo el pueblo, presentando a Salomón como su sucesor y exhortándolos a trabajar juntos en la construcción del templo. Aunque seguramente enfrentarán oposición, David les recuerda que el Señor está con ellos y controla todas las cosas.
En resumen, este capítulo nos muestra la responsabilidad de Salomón y del pueblo de Israel en la construcción del templo. También nos enseña la importancia de obedecer los mandamientos de Dios y confiar en su guía.
Como conclusión, es importante recordar que todos nosotros, como hijos de Dios, tenemos una responsabilidad en la obra de construir el reino de Dios en la tierra. Debemos ser obedientes a sus mandamientos y confiar en su dirección. El Señor estará con nosotros y nos dará fortaleza y sabiduría para cumplir nuestras tareas. Que podamos ser como Salomón, esforzándonos y cobrando ánimo para hacer la obra que Dios nos ha encomendado.
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