Aprende de Deuteronomio: paciencia, consuelo y esperanza

En el libro de Deuteronomio, capítulos 30 y 31, encontramos un pasaje que nos habla de la importancia de obedecer a Dios y de las bendiciones que recibiremos al hacerlo. Dios le dice a Israel que cuando enfrenten bendiciones y maldiciones, ellos deben volverse a Él y obedecerle de todo corazón y alma. Dios promete que si ellos se arrepienten y le obedecen, Él los reunirá nuevamente, los bendecirá y multiplicará más que a sus padres. También promete circuncidar sus corazones para que amen a Dios con todo su ser. Además, Dios pondrá maldiciones sobre sus enemigos y prosperará todas las obras de sus manos.

Es importante destacar que Dios dice que Su mandamiento no es difícil y que está al alcance de todos. No está en el cielo o al otro lado del mar, sino que está cerca de nosotros, en nuestra boca y corazón, para poder cumplirlo. Dios nos da la opción de elegir entre la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Nos insta a amarle, seguir Sus caminos y guardar Sus mandamientos para que podamos vivir y prosperar. Pero también nos advierte que si nos desviamos y servimos a otros dioses, enfrentaremos la destrucción.

Moisés, el líder de Israel, transmite estas palabras a todo el pueblo y les insta a que sean valientes y fuertes. Él no podrá entrar a la tierra prometida, pero Josué será quien los guíe bajo la dirección de Dios. Moisés les anima diciéndoles que Dios va delante de ellos, que nunca los dejará ni abandonará, por lo que no deben temer ni inquietarse. Dios también le ordena a Moisés escribir una canción como testimonio contra Israel en caso de que se desvíen y se aparten de Él. La canción servirá como recordatorio de las maldiciones que vendrán si desobedecen a Dios.

Moisés lleva a cabo las instrucciones de Dios y escribe la ley en un libro que se coloca junto al arca del pacto como testimonio para el pueblo. Moisés llama a todos los ancianos y oficiales y les habla de las palabras de Dios. Llama al cielo y a la tierra como testigos y les advierte que después de su muerte, con toda certeza se desviarán y caerán en la maldad, lo cual traerá desastre sobre ellos.

Este pasaje nos enseña la importancia de obedecer a Dios y los beneficios que recibimos al hacerlo. También nos advierte sobre las consecuencias de la desobediencia. Es un recordatorio de que Dios está a nuestro lado, que nunca nos abandonará y que siempre debemos estar en guardia contra la tentación de adorar a otros dioses.

Para más información sobre la Biblia y cómo aplicar sus enseñanzas a nuestras vidas, te invitamos a leer otros artículos de nuestra web. La Biblia es una fuente inagotable de sabiduría y guía para cada uno de nosotros. Siguiendo los mandamientos de Dios, podemos encontrar esperanza, consuelo y una vida llena de bendiciones.

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