En este artículo exploraremos el capítulo 17 del segundo libro de Samuel, donde continuamos con la historia de Absalón y su intento de tomar el trono de Israel. En el capítulo anterior, vimos cómo Absalón se asienta en el trono de Israel mientras su padre huye. A su lado, tiene a dos consejeros, Aitofel y Usaí, quienes desempeñan roles importantes en los eventos que se desarrollan.
Aitofel, quien en el pasado había sido consejero de David, aconseja a Absalón que tenga relaciones sexuales con las concubinas de su padre, con el fin de demostrar que la rebelión contra David es real y que no puede haber una reconciliación en el futuro. Este consejo de Aitofel fue bien recibido por Absalón, quien veía en él una forma de fortalecer su gobierno y debilitar aún más a David.
El capítulo 17 comienza con Aitofel proponiendo un nuevo plan para acabar con David de una vez por todas. Propone que Absalón reúna a 12.000 hombres y persiga a David esa misma noche, aprovechando su debilidad y la falta de apoyo que tiene. Aitofel cree que si pueden atrapar a David y herirlo, el resto del pueblo se rendirá y el gobierno de Absalón estará asegurado.
Aunque desde una perspectiva humana, el plan de Aitofel parece impecable, la Biblia nos dice que Dios frustró su consejo. Dios interviene en la situación para proteger a David y evitar que sea derrocado por su propio hijo.
La intervención divina viene en forma de Usaí, quien no había sido invitado a la reunión donde Aitofel dio su consejo. Usaí es llamado por Absalón para dar una segunda opinión. Usaí reconoce la estrategia astuta de Aitofel, pero sugiere una alternativa aún mejor. Propone que se reúna a todo el pueblo de Israel, desde Dan hasta Berseba, y que salgan a la batalla con una gran multitud. Con esta estrategia, Usaí espera ganar tiempo y poder advertir a David del peligro que se le avecina.
Absalón y los ancianos de Israel aceptan el consejo de Usaí, considerándolo mejor que el de Aitofel. En este punto, es importante destacar cómo Dios usa a personas inesperadas y cómo su sabiduría supera cualquier sabiduría humana. Usaí, quien no había sido parte del consejo anterior, se convierte en instrumento de Dios para frustrar los planes de Aitofel.
Después de que Absalón acepta el nuevo plan de Usaí, este se retira para llevar a cabo su misión de advertir a David del peligro. Mientras tanto, Aitofel, al ver que su consejo ha sido rechazado, decide regresar a su ciudad y poner su casa en orden antes de quitarse la vida. Su muerte refleja su falta de arrepentimiento y desesperación, y es un recordatorio de las consecuencias que puede tener el seguir el camino del pecado.
David, por otro lado, llega a la tierra de Mahanaim, en el lado oriental del Jordán. Es en este lugar donde aparecen nuevos personajes que ayudan a David y al pueblo que está con él. Personas como Sovie hijo de Naas, Maquir hijo de Amiel y Barzilay el galaadita, quienes proveen comida y refugio para David y su pueblo. Estos individuos, a pesar de sus propias dificultades, demuestran compasión y generosidad hacia aquellos que están sufriendo. Su ayuda es una muestra del cuidado que Dios tiene hacia sus hijos y de cómo él provee en tiempos de necesidad.
En resumen, el capítulo 17 de 2 Samuel nos muestra cómo Dios frustra los planes de Aitofel para proteger a David. Además, nos enseña la importancia de confiar en Dios en tiempos de dificultad y cómo podemos ser instrumentos de ayuda para aquellos que están necesitados. Al igual que Usaí y las personas que ayudaron a David, nosotros también podemos ser ese apoyo y provisión para otros, recordando que Dios siempre tiene una solución para nuestras dificultades y que él nunca nos abandonará.
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