¡Bienvenidos al último capítulo de la segunda sección del Libro de Josué! En esta sección final, veremos cómo los jefes de familia de los levitas recibieron sus ciudades y ejidos en los territorios de las diferentes tribus de Israel.
Antes de profundizar en el análisis de este capítulo, me gustaría recordarles que durante todo este mes estaremos regalando un libro en formato PDF llamado «El tiempo de gracia» para su crecimiento personal. Pueden solicitarlo a través del número de WhatsApp y el correo electrónico que aparecen en la descripción de este artículo. Además, les informo que estaremos impartiendo unos seminarios gratuitos sobre profecía apocalíptica los días 20, 21, 27 y 28 de agosto a través de Zoom. Si desean participar, solo tienen que solicitar un cupo gratuito a través de los mismos medios de contacto mencionados anteriormente.
El reparto de las ciudades para los levitas
Como recordarán, las tribus de Israel habían conquistado sus territorios y recibieron sus heredades, pero la tribu de Leví no recibiría una porción de tierra, ya que se dedicarían al ministerio en el santuario. Por lo tanto, los jefes de familia de los levitas se acercaron al sumo sacerdote Elíazar, a Josué y a los principales padres de las tribus para solicitar ciudades donde habitar con ejidos para su ganado.
El Señor ordenó por medio de Moisés que se les dieran ciudades a los levitas, y las tribus de Judá, Simeón y Benjamín dieron trece ciudades a los hijos de Aarón, que eran los sacerdotes. A los descendientes de Coat no pertenecientes a la familia de Aarón se les dieron diez ciudades de las tribus de Efraín, Dan y la media tribu de Manasés, que estaban cerca unas de las otras.
Por su parte, los hijos de Gersón recibieron trece ciudades de las tribus de Isacar, Aser, Neftalí y la media tribu de Manasés, en los territorios de Basán al este. Y los hijos de Merarí recibieron doce ciudades de las tribus de Rubén, Gad y Zabulón, dos al este y una al oeste.
En total, se dieron cuarenta y ocho ciudades a los levitas en todo los territorios de Israel. Fue una distribución justa y equitativa para que tuvieran un lugar donde vivir y realizar su ministerio.
El cumplimiento de la promesa de Dios
El capítulo concluye afirmando que el Señor cumplió toda la promesa que había hecho a Israel. Todos los enemigos de Israel fueron derrotados y el Señor les entregó toda la tierra que había jurado dar a sus padres, tal como había prometido. No faltó ninguna palabra de las buenas que el Señor había hablado a la casa de Israel.
Esta es una muestra palpable de la fidelidad de Dios a su palabra. Así como cumplió todas sus promesas en el pasado, también cumplirá todas las promesas que ha hecho para nosotros. Tenemos la seguridad de que Dios es fiel y que cumplirá todo lo que ha prometido en su Palabra, tanto en el pasado, en el presente y en el futuro.
Es importante recordar que aunque el libro de Josué podría haber terminado aquí, la historia continúa. Dios sigue obrando en el presente y en el futuro. Esperamos con ansias el cumplimiento final de todas sus promesas cuando Cristo regrese y establezca un cielo nuevo y una tierra nueva.
En conclusión, el capítulo 21 del Libro de Josué nos muestra cómo se hizo el reparto de las ciudades para los levitas en los territorios de las diferentes tribus de Israel. También nos enseña la fidelidad de Dios al cumplir sus promesas y nos recuerda que debemos estar preparados y confiar en que él cumplirá todo lo que ha prometido para nosotros.
¡Gracias por acompañarnos en este recorrido explicativo por las Sagradas Escrituras! Les invitamos a leer otros artículos de nuestra web para profundizar más en el conocimiento de la Biblia y estar al día de la bendición que Dios tiene para nosotros.
¡Atrévete con nuestro Trivial! – Batallas Bíblicas: Reta a tus amigos
