En este artículo vamos a explorar los capítulos 9 y 10 del primer libro de Reyes en la Biblia. Estos capítulos nos hablan acerca de la aparición de Dios a Salomón y de la construcción de la Casa del Señor y la casa real.
En el capítulo 9, después de que Salomón completó la construcción de la Casa del Señor y la casa real, Dios se le apareció por segunda vez. Dios le dice a Salomón que ha oído su oración y su ruego, y que ha decidido santificar la casa que él ha construido para poner su nombre en ella para siempre. Dios promete que sus ojos y su corazón estarán allí todos los días, pero con una condición: Salomón debe caminar delante de Dios como lo hizo su padre David, con integridad de corazón y cumpliendo sus mandamientos y estatutos.
Dios también advierte a Salomón que si él y sus hijos se apartan de Dios y no obedecen sus mandamientos, entonces Dios cortará a Israel de la tierra que les dio y la casa que él ha santificado será echada delante de él. Israel se convertirá en un proverbio y refrán entre los pueblos. Cuando las personas se pregunten por qué el Señor actuó de esa manera hacia esta tierra y esta casa, se les responderá que fue porque abandonaron al Señor y adoraron a otros dioses.
Después de veinte años de construcción, Salomón también le dio a Hiram, rey de Tiro, veinte ciudades en Galilea como pago por la madera de cedro, ciprés y oro que le había suministrado. Sin embargo, Hiram no quedó satisfecho con estas ciudades y las llamó «la tierra de Kabul», que significa «sin valor». Además, Hiram envió a Salomón 120 talentos de oro.
En el capítulo 10, se menciona que Salomón continuó con sus proyectos de construcción y restauró varias ciudades en la tierra de Israel. Además, atrajo a tributarios de los pueblos vecinos que no eran israelitas, pero no impuso ninguna carga de servicio a los israelitas. Salomón también construyó naves en Ezión-geber, junto al Mar Rojo, y envió a sus marineros junto con los de Hiram a Ofir, de donde trajeron oro, madera de sándalo y piedras preciosas.
La fama de la sabiduría de Salomón llegó hasta la reina de Saba, quien decidió visitarlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Quedó asombrada ante su sabiduría y la grandeza de su reino. Ofreció presentes de oro, especias y piedras preciosas a Salomón y quedó impresionada por su generosidad al darle todo lo que ella quiso. Después de recibir estos presentes, la reina de Saba regresó a su tierra.
La riqueza y sabiduría de Salomón se destacaron en todo el mundo, y la gente viajaba desde todas partes para verlo y escuchar su sabiduría. Cada año, le llevaban presentes de oro, plata, vestidos, armas, especias y animales. Salomón también tenía una flota que comerciaba con Tarsis y traía oro, plata, marfil y pavos reales.
En resumen, estos capítulos nos cuentan sobre la aparición de Dios a Salomón y su promesa de bendición y protección si Salomón y sus hijos siguen obedeciendo sus mandamientos. También nos muestran la grandeza y la riqueza de Salomón, así como su sabiduría, que atrae a personas de todo el mundo. Es impresionante ver cómo Dios bendijo a Salomón y cómo su nombre se hizo famoso en todo el mundo.
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