En nuestro recorrido explicativo por las sagradas escrituras, llegamos al capítulo 3 del primer libro de Reyes. En este capítulo, Salomón, el nuevo rey de Israel, toma decisiones con respecto a personas que se habían rebelado contra el gobierno de su padre, David. Salomón fortalece el reino y se casa con la hija de un faraón egipcio para fortalecer las relaciones exteriores. Aunque esta decisión no era bien vista por Dios y el pueblo, Salomón la tomó de manera diplomática.
El capítulo también habla sobre la construcción de la casa del Señor y la muralla en Jerusalén. Hasta ese momento, el pueblo sacrificaba en los altos, lugares de adoración a Dios que originalmente eran lugares dedicados al culto pagano. A pesar de que no era lo ideal, Dios pareció pasar por alto estos errores. Sin embargo, esto no significa que los apruebe.
Salomón busca a Dios al comienzo de su reinado y le pide sabiduría y entendimiento para gobernar. Dios acepta su petición y le otorga no solo sabiduría, sino también riqueza y gloria. Salomón muestra su amor y temor a Dios al presentarse ante el arca del pacto del Señor y hacer sacrificios y ofrendas.
El capítulo culmina con un juicio de Salomón en el que dos mujeres se disputan la maternidad de un niño. Salomón, en su sabiduría, propone partir al niño vivo por la mitad y dar una mitad a cada mujer. La verdadera madre se muestra dispuesta a ceder a su hijo para evitar que sea lastimado, lo que lleva a Salomón a reconocerla como la madre verdadera y tomar una decisión justa.
Este capítulo nos enseña la importancia de buscar la sabiduría de Dios en nuestras decisiones y de tener un corazón comprensivo para discernir entre lo bueno y lo malo. También nos muestra que Dios cumple sus promesas cuando buscamos hacer Su voluntad y confiamos en Él.
En resumen, este capítulo de las sagradas escrituras nos muestra la gestión de Salomón como nuevo rey de Israel, su matrimonio diplomático y la construcción del templo. También nos enseña sobre la importancia de buscar la sabiduría de Dios y de tomar decisiones justas. Este capítulo nos invita a reflexionar sobre nuestras propias decisiones y a confiar en Dios en todo momento.
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