En este artículo, continuaremos con nuestra lectura sistemática de la Biblia, explorando los capítulos 27 al 29 del libro del profeta Isaías. Estos capítulos contienen profecías sobre la restauración de Israel y advertencias para aquellos que se alejan de Dios.
Capítulo 27: Restauración de Israel
En este capítulo, se habla de un día en el que el Señor castigará al Leviatán, una serpiente huidiza, y matará al dragón que está en el mar. También se habla de la viña del Señor, que Él guarda y riega con cuidado para que nadie la dañe. En ese día, Jacob echará raíces, Israel florecerá y la faz del mundo se hinchará de fruto. Dios castigará a aquellos que hayan afligido a Israel, pero perdonará sus iniquidades.
En el capítulo 27, también se habla de la desolación de la ciudad fortificada y la ciudad habitada, ya que Dios no tiene compasión por un pueblo que no hace paz con Él. El Señor trillará desde el Éufrates hasta el torrente de Egipto y reunirá a los israelitas uno a uno. Habrá una gran trompeta y aquellos que fueron expulsados vendrán y adorarán al Señor en el monte santo de Jerusalén.
Capítulo 28: Advertencias para Efraín y Jerusalén
En el capítulo 28, se pronuncia un «ay» sobre Efraín y Jerusalén, advirtiéndoles sobre su soberbia y su embriaguez. El Señor enviará un turbión destructor y los humillará. Sin embargo, también promete que será una corona de gloria y diadema de hermosura para el remanente de su pueblo. Aquellos que rechazan a los atacantes y se aferran al Señor serán fortalecidos.
En este capítulo, también se habla de cómo el sacerdote y el profeta se han dejado llevar por el vino y la bebida fuerte, perdiendo la visión y el juicio. La mesa está llena de vómito y suciedad. Los recién destetados no son capaces de entender la doctrina y las enseñanzas del Señor. La palabra del Señor les será repetida una y otra vez, de manera sencilla y repetitiva, hasta que se caigan de espalda y sean quebrantados.
Capítulo 29: Jerusalén será desolada
El capítulo 29 comienza con un «ay» sobre Jerusalén, advirtiéndole que será rodeada y sitiada. Será humillada y su voz saldrá desde el polvo. Los enemigos de Jerusalén serán como polvo y olas que pasan, mientras que aquellos que atacan se cansarán y se quedarán sedientos. El Señor vendrá con truenos, terremotos y fuego consumidor.
En este capítulo, se habla de aquellos que se esconden del Señor y hacen sus obras en tinieblas, creyendo que nadie los ve. El Señor les revela que Él conoce todas sus acciones y que su sabiduría e inteligencia serán destruidas. El Señor hará una «obra extraña» y aquellos que confían en la mentira serán despojados.
En el capítulo 29, también se habla de la restauración de Jerusalén y de cómo los humildes aumentarán su gozo en el Señor. Aquellos que se burlan y se alejan de Dios serán consumidos, pero aquellos que reverencian y santifican al Señor serán bendecidos. Los extranjeros aprenderán inteligencia y los murmureadores aprenderán doctrina.
En conclusión, estos capítulos de Isaías nos recuerdan que Dios castiga la maldad pero perdona los pecados de su pueblo. También nos advierten sobre los peligros de la soberbia, la embriaguez y la confianza en nuestras propias obras. El Señor está atento a todo y nos desafía a vivir en obediencia y humildad. Para conocer más enseñanzas y profecías de la Biblia, te invitamos a explorar otros artículos en nuestra página web.
¡Atrévete con nuestro Trivial! – Datos Bíblicos en un Flash