En este artículo vamos a analizar el capítulo 28 del primer libro de Samuel, donde se narra la historia de Saúl consultando a una médium. En este pasaje bíblico, Saúl se encuentra en una situación desesperada, ya que los filisteos están preparados para atacar a Israel y él se siente abandonado por Dios. Ante la falta de respuesta divina, Saúl decide buscar ayuda en una médium.
Es importante destacar que la consulta de Saúl a la médium va en contra de las enseñanzas dadas por Dios en el libro de Éxodo y Levítico, que prohíben claramente la consulta a los muertos. Sin embargo, Saúl está dispuesto a desobedecer a Dios en busca de respuestas.
Aunque la mujer inicialmente se muestra reacia a ayudar a Saúl, finalmente accede y consulta a un espíritu que supuestamente es Samuel. Pero debemos entender que en realidad no es Samuel quien se aparece, sino una manifestación de Satanás. Los muertos no tienen conocimiento ni capacidad de comunicarse con los vivos, por lo que esta aparición es una artimaña del enemigo para confundir a Saúl.
La mujer describe al espíritu como un anciano cubierto con un manto, pero Saúl, que no está viendo nada, asume que es Samuel y se postra ante él. Es importante destacar que el texto bíblico nos muestra claramente que esta aparición no es Samuel, ya que los muertos no tienen conocimiento ni poder para manifestarse a los vivos.
El supuesto Samuel le dice a Saúl que Dios se ha apartado de él y que será entregado junto con su ejército a los filisteos. Esta falsa aparición busca desanimar aún más a Saúl y hacerle creer que Dios lo ha abandonado por completo.
Es evidente que Saúl ha caído en la trampa de Satanás al buscar respuestas en un lugar equivocado. En lugar de arrepentirse y buscar el perdón de Dios, Saúl se ha apartado cada vez más de él y ha recurrido a prácticas abominables.
Esta historia nos enseña que debemos confiar plenamente en Dios y en su palabra, sin buscar respuestas en lugares equivocados. La única fuente de verdad es la Biblia, y debemos acercarnos a ella con humildad y obediencia.
En conclusión, el capítulo 28 del primer libro de Samuel nos muestra las consecuencias de apartarnos de Dios y buscar respuestas en prácticas prohibidas por él. Saúl cayó en la trampa de Satanás al consultar a una médium y creer en una falsa aparición de Samuel. Debemos aprender de esta historia y confiar plenamente en Dios, buscando su voluntad en su palabra y evitando cualquier forma de espiritismo o contacto con los muertos.
Recuerda que la mejor guía para nuestra vida se encuentra en la Biblia y debemos aferrarnos a ella en todo momento. Busquemos a Dios con sinceridad y humildad, y él nos guiará por el camino correcto.
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