En este artículo exploraremos los capítulos del 1 al 4 del segundo libro de Crónicas, donde se relata la historia de Salomón y la construcción del templo de Dios. Salomón, hijo de David, fue un rey sabio y fue bendecido por Dios con gran sabiduría y conocimiento. Convocó a todo Israel, a los líderes y príncipes, para que se unieran a él en la construcción de este templo.
Salomón, en su gran sabiduría, decidió edificar una casa para el nombre de Jehová, su Dios. Para esto, envió mensajes a Hiram, rey de Tiro, pidiéndole madera de cedro, ciprés y sándalo, y también artesanos hábiles en el trabajo de la madera, la orfebrería y el diseño. Hiram respondió favorablemente a la petición de Salomón y le envió todo lo necesario para la construcción del templo. Además, Salomón contrató a 70,000 cargadores, 80,000 canteros y 3,600 capataces para supervisar el trabajo.
Vale la pena mencionar que Salomón hizo una oración a Dios pidiendo por sabiduría y conocimiento para gobernar a su pueblo, en lugar de riquezas y gloria. Dios escuchó su oración y le concedió sabiduría, conocimiento y también riquezas y gloria.
Salomón inició la construcción del templo en Jerusalén, en el monte Moría, en el cuarto año de su reinado. El templo era de dimensiones impresionantes, con un pórtico de veinte codos de largo y 120 codos de altura. El interior del templo fue revestido de oro fino, con querubines esculpidos en las paredes. También se construyó un lugar santísimo, donde se colocaron dos querubines de madera recubiertos de oro.
Además del templo, Salomón también construyó un altar de bronce, diez candelabros de oro, diez mesas, y un mar de metal fundido. También hizo diez fuentes, cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar lo que se ofrecía en sacrificio. El templo estaba adornado con gran cantidad de ornamentos de oro, como cadenas, granadas y figuras de calabazas.
Todo el trabajo de construcción fue llevado a cabo por artesanos hábiles y supervisores designados por Salomón. La cantidad de utensilios y ornamentos hechos de bronce y oro fue tan grande que no se pudo conocer el peso total.
El segundo libro de Crónicas nos muestra el esfuerzo y la dedicación de Salomón para construir este templo para Dios. Fue un proyecto monumental que requería de gran sabiduría y recursos, pero Salomón demostró ser un rey sabio y generoso al buscar la ayuda de otros y ofrecer recompensas a cambio de su contribución.
La construcción de este templo es un recordatorio de la importancia de adorar y honrar a Dios en un lugar sagrado. A través de las Sagradas Escrituras, aprendemos la importancia de la sabiduría, la humildad y la gratitud hacia Dios. Podemos encontrar lecciones y enseñanzas valiosas en cada historia y pasaje de la Biblia.
Así que invito a los lectores a seguir explorando las Sagradas Escrituras y a profundizar en su fe. La Biblia es una fuente de sabiduría e inspiración que nos guía en nuestro viaje espiritual. Para obtener más información, les animo a leer otros artículos en nuestro sitio web y a seguir creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios.
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