En el libro del Génesis, capítulos del 39 al 41, se relata la historia de José en Egipto. José fue llevado a Egipto y vendido como esclavo por sus propios hermanos. Sin embargo, a pesar de su difícil situación, el Señor estuvo con él y le dio prosperidad en todo lo que hacía.
José sirvió en la casa de su amo, un oficial de Faraón, y pronto ganó el favor del amo debido a la bendición del Señor. José fue nombrado mayordomo de la casa y tenía autoridad sobre todos los asuntos de su amo. La bendición del Señor también se extendió a la casa del egipcio debido a la presencia de José.
A pesar de su éxito, José enfrentó una gran prueba cuando la esposa de su amo intentó seducirlo. Sin embargo, José se mantuvo fiel a Dios y se negó a pecar con ella. Aunque ella lo acosó constantemente, José nunca cedió a la tentación.
Un día, mientras José estaba en la casa cumpliendo sus deberes, la esposa de su amo lo agarró por la ropa y le pidió que se acostara con ella. Pero José huyó, dejando su ropa en sus manos. La esposa de su amo, enfurecida por el rechazo, acusó a José de intentar aprovecharse de ella. José fue encarcelado, pero el Señor estuvo con él incluso en la cárcel.
Dentro de la cárcel, José interpretó los sueños del copero y el panadero del rey de Egipto. Sus interpretaciones resultaron ser correctas: el copero fue restaurado a su puesto y el panadero fue ejecutado. Sin embargo, el copero se olvidó de José una vez que fue liberado.
Dos años más tarde, el faraón tuvo dos sueños que lo angustiaron. Nadie en Egipto pudo interpretar los sueños, y fue entonces cuando el copero se acordó de José. José fue sacado de la cárcel y llevado ante el faraón. Allí, José interpretó los sueños de faraón y reveló que había siete años de abundancia seguidos por siete años de hambruna.
Impresionado por la sabiduría y el espíritu de Dios en José, faraón lo nombró gobernante sobre todo Egipto. José fue responsable de almacenar alimentos durante los años de abundancia para sobrevivir durante la hambruna. Y así, José salvó no solo a Egipto sino también a su propia familia, cuando sus hermanos acudieron a Egipto en busca de alimentos.
Esta historia muestra cómo Dios estuvo con José en cada etapa de su vida, incluso en los momentos más difíciles. A pesar de ser vendido como esclavo y encarcelado injustamente, José nunca dejó de confiar en Dios y ser fiel a sus mandamientos.
Biblia: Génesis, capítulos 39-41.
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