En el capítulo 1 del libro del Génesis, se presenta una evidencia clara del creacionismo. El relato comienza diciendo «En el principio creó Dios los cielos y la tierra». Dios creó todo de la nada, sin materia prima, simplemente diciendo y fue hecho. Creó y existió. A partir de este punto, el capítulo detalla la condición de la tierra antes de ser elaborada por el Señor.
El versículo 2 dice que la tierra estaba desierta y vacía, cubierta de tinieblas y sobre las aguas se movía el Espíritu de Dios. Este conflicto aparente en el universo de Dios se debe a la rebelión de un ser celestial, Lucifer, quien luego se convertiría en Satanás. El pecado fue consecuencia de esta rebelión, y el versículo 2 muestra que este conflicto ya estaba en acción antes de la creación de nuestro mundo.
Dios decidió crear el mundo en seis días. Lo hizo de manera ordenada y perfecta. El primer día separó la luz de las tinieblas, el segundo día separó las aguas y creó los cielos, el tercer día separó las aguas de la tierra seca y permitió que los árboles frutales se establecieran en el planeta.
En el cuarto día, creó el sol, la luna y las estrellas que regirían los tiempos y las estaciones. Aquí podemos ver una manifestación del poder de Dios que pasa por alto las leyes de la física como la rotación de la tierra alrededor del sol.
En el quinto día, Dios creó las aves y los peces, que recorrerían los cielos y los mares, creados en el segundo día. En el sexto día, surgieron todos los animales terrestres. Sin embargo, en este día, Dios hizo algo diferente. Creó al ser humano a su imagen y semejanza y les dio la instrucción de multiplicarse y gobernar sobre la tierra.
Dios también estableció dos instituciones importantes en el capítulo 1: la alimentación y la unión de la pareja. Estas instituciones fueron diseñadas por Dios para cuidar de nuestro cuerpo y para fortalecer la relación entre los seres humanos.
Es importante reconocer al Creador y entender que no venimos de un proceso evolutivo, sino que somos seres creados por Dios. Rechazar este capítulo o ponerlo en duda es poner en duda toda la escritura. El capítulo 1 del Génesis es la base para entender el resto de la Biblia.
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