Hoy, nos sumergimos una vez más en las sagradas escrituras para explorar los tesoros y enseñanzas que el Señor tiene revelados para nosotros. En esta ocasión, concluiremos nuestro recorrido por el libro del profeta Isaías, leyendo los capítulos del 63 al 66.
En el capítulo 63, encontramos una visión del día del juicio, donde se describe al Mesías como aquel que viene del Edom con vestidos rojos, mostrando su poder y justicia para salvar. Este pasaje nos presenta al Señor como aquel que ha pisado el lagar solo, sin que nadie lo acompañe, derramando la sangre de los pueblos como una manifestación de su ira y venganza. Sin embargo, también nos recuerda la bondad del Señor y los actos por los cuales debemos alabarlo.
En el capítulo 64, vemos a Isaías clamando al Señor, pidiéndole que descienda y se revele ante su pueblo. Se describe la desolación de las ciudades y del santuario, como consecuencia de la rebeldía y la provocación del pueblo hacia Dios. A pesar de todo, el profeta ruega al Señor que no se quede quieto, sino que muestre su compasión y amor por su pueblo.
En el capítulo 65, el Señor se dirige a aquellos que no lo buscaban, revelándose y mostrándose cercano a ellos. Sin embargo, también reprende a aquellos que provocan su ira, adorando ídolos y realizando acciones desagradables a sus ojos. A pesar de la maldad del pueblo, el Señor promete sacar descendientes de Jacob y Judá, quienes heredarán la tierra.
Por último, en el capítulo 66, el Señor declara su soberanía sobre los cielos y la tierra, y muestra su complacencia por aquellos que lo temen y se humillan ante su palabra. También se dirige a aquellos que aborrecen y rechazan a su pueblo, advirtiéndoles que recibirán su merecido. Pero para aquellos que se regocijan con Jerusalén, el Señor promete paz y alegría, así como la restauración de su pueblo y la eliminación de toda tristeza y llanto.
Al finalizar este recorrido por el libro de Isaías, podemos reflexionar sobre las enseñanzas que hemos encontrado en estas profecías. La importancia de la obediencia a Dios, la advertencia contra la idolatría y el llamado a buscar al Señor en todo momento son algunos de los mensajes clave que podemos extraer de estos capítulos.
Espero que hayas disfrutado de este viaje a través del libro de Isaías y te invito a seguir explorando las sagradas escrituras en nuestros futuros artículos. Hay mucho más por descubrir y aprender, y recuerda que «todo lo que antes fue escrito para nuestra enseñanza fue escrito para que por la paciencia y el consuelo de las escrituras tengamos esperanza» (Romanos 15:4).
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