Bienvenidos una vez más al recorrido explicativo diario por las sagradas escrituras. Hoy hemos llegado al capítulo 14 del libro histórico de Josué. En este capítulo, se relata la distribución de las tribus de Israel en la tierra prometida. Josué se encarga de repartir los territorios según lo que se había establecido previamente. La distribución de las tierras se realizó a través de un sorteo para evitar cualquier tipo de favoritismo o discusión. Es importante destacar que este sorteo fue realizado para 9 tribus y media, ya que las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés habían recibido su herencia al otro lado del Jordán, y los levitas no recibieron herencia pero se les asignaron ciudades para vivir.
En el verso 6, los hijos de Judá se acercan a Josué y Kale para reclamar su herencia. Kale recuerda que en su juventud, Moisés lo envió a explorar la tierra de Canaán y que él y Josué fueron los únicos de su generación que perseveraron durante los 40 años de peregrinaje en el desierto. A pesar de que el resto del pueblo se desanimó por los informes desalentadores, Kale siguió firmemente al Señor y se mantuvo fiel a sus promesas. Josué bendice a Kale y le otorga la ciudad de Hebrón como herencia.
La historia de Kale es un ejemplo de perseverancia y fe en medio de las dificultades y de la espera por el cumplimiento de las promesas de Dios. A pesar de sus 85 años, Kale se considera tan fuerte como cuando tenía 40 años. Él confía en que Dios lo ayudará a conquistar las ciudades de los enemigos que aún quedan en la tierra. Josué también reconoce la perseverancia y la fe de Kale, lo bendice y le otorga la ciudad de Hebrón como herencia, cumpliendo así la promesa que Dios le había hecho a Kale a través de Moisés en el pasado.
La historia de Kale nos anima a ser perseverantes en nuestra fe y a confiar en las promesas de Dios, incluso en tiempos de espera y dificultades. Así como Kale esperó durante 45 años para reclamar su herencia, nosotros también debemos estar dispuestos a esperar el cumplimiento de las promesas de Dios en nuestras vidas. Aunque a veces podemos sentirnos débiles o desanimados, debemos recordar que Dios es fiel a su palabra y que nos fortalecerá en nuestra espera.
La perseverancia es una característica clave en la vida de un creyente. En el libro de Apocalipsis, se nos anima a perseverar y a guardar los mandamientos de Dios. Es a través de la perseverancia que recibiremos la recompensa y la herencia eterna que Dios nos ha prometido.
Querido lector, te invito a que reflexiones sobre la historia de Kale y su ejemplo de fe y perseverancia. ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a esperar las promesas de Dios? ¿Estás dispuesto a confiar en su fidelidad y a ser perseverante en tu caminar con él? Que estas palabras te animen a ser constante en tu fe y a confiar en las promesas del Señor.
Si deseas profundizar más en la Palabra de Dios, te invito a explorar otros artículos en nuestra página web para seguir aprendiendo y estar al día de las bendiciones que nos ofrece la Biblia. Que Dios te bendiga y te guarde, y que su rostro resplandezca sobre ti.
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