En el capítulo 6 del segundo libro de Crónicas, Salomón lleva a cabo la dedicación del Templo que ha sido construido. Este evento es descrito también en el primer libro de Reyes. Durante la dedicación, Salomón hace una oración pública y bendice a la congregación de Israel. Reconoce que la construcción del Templo es el cumplimiento de la promesa que Dios le hizo a su padre David, de que sería su hijo quien edificaría la casa para el nombre del Señor.
Salomón presenta una plataforma de bronce en el atrio, se arrodilla ante la congregación de Israel y extiende sus manos al cielo, reconociendo la grandeza de Dios. Reconoce que no hay otro Dios como el Señor, que guarda el pacto y tiene amor invariable por sus siervos. Salomón repite que Dios ha cumplido sus promesas, tanto a David como a él mismo. También reconoce que el Templo es un lugar donde el pueblo puede acercarse a Dios y hacer sus peticiones y oraciones.
Salomón hace diversas peticiones a Dios en su oración. Pide que Dios escuche y perdone las faltas del pueblo cuando oren en el Templo. Pide que Dios esté atento a la oración de su siervo y del pueblo cuando oren hacia el Templo. Salomón reconoce que todos pecan y que todos necesitan el perdón de Dios. Pide que Dios escuche y perdone cuando el pueblo caiga ante el enemigo, cuando haya hambre, peste, plagas o cualquier otra calamidad. También pide que Dios escuche las oraciones de los extranjeros que se acerquen al Templo para adorar al Señor.
Salomón concluye su oración pidiendo que Dios esté atento y responda a todas las oraciones que se hagan en el Templo. Pide que Dios no rechace a su ungido y recuerde la bondad que prometió a David.
Esta oración de Salomón nos enseña la importancia de acercarnos a Dios en oración y reconocer nuestra dependencia de Él. También nos enseña que Dios escucha y responde a nuestras oraciones, pero que debemos acercarnos a Él con humildad y reconocimiento de nuestros pecados. Así como el Templo era un lugar de encuentro con Dios en el pasado, hoy en día nosotros somos templos del Espíritu Santo y podemos acercarnos a Él en cualquier momento y lugar.
En resumen, el capítulo 6 del segundo libro de Crónicas relata la oración de dedicación del Templo que Salomón hizo ante la congregación de Israel. Salomón reconoce la grandeza de Dios, agradece por el cumplimiento de sus promesas y pide que Dios escuche y perdone las faltas del pueblo. Nos enseña la importancia de acercarnos a Dios en oración y reconocer nuestra dependencia de Él.
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