SantaBiblia.es presenta «Lecciones de Esperanza», la guía de estudio de la Biblia que te brinda conocimiento sobre los vencedores del Apocalipsis. En esta lección aprenderemos sobre los vencedores del Apocalipsis según el capítulo 14, verso 12. Este versículo nos dice que «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús».
Este versículo describe a un pueblo fiel de Dios en los últimos días. Sin embargo, la única manera de guardar los mandamientos, tanto en la antigüedad como ahora, es a través de la fe en Jesús. No podemos lograrlo por nuestras propias fuerzas, sino con la ayuda del Espíritu Santo. Como dice el apóstol Pablo en la carta a los Romanos, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad ya que no sabemos cómo orar adecuadamente, pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Algunas personas piensan que es imposible guardar los mandamientos, pero con la ayuda del Espíritu Santo podemos lograrlo. Nuestra naturaleza humana está inclinada hacia el mal, por lo que necesitamos ser dependientes de Dios. Es importante entender que el versículo no habla de tener fe «en» Jesús, sino de tener la fe «de» Jesús, es decir, la misma fe que Jesús tenía. Jesús estaba convencido de su misión en la tierra y demostró una vida de fe en obediencia a los mandamientos de Dios como ejemplo para nosotros.
La fe de Jesús es lo que le permitió vencer las tentaciones más feroces de Satanás. La fe es un don que recibimos cuando ejercemos la fe que el Espíritu Santo pone en nuestro corazón. No vencemos por nuestra propia fuerza, sino por el poder del Cristo viviente que actúa a través de nosotros. Podemos triunfar sobre la tentación y ser victoriosos porque Cristo también fue victorioso.
En la carta a los Hebreos, en el capítulo 4, versículos 14 al 16 encontramos una promesa de esperanza. Nos dice que debemos retener la fe en Jesús, nuestro gran sumo sacerdote, que fue tentado en todo según nuestra semejanza pero sin pecado. Así que podemos acercarnos a Dios con confianza y encontrar ayuda y gracia para el oportuno socorro.
En el capítulo 7 de la misma carta, versículo 25, se nos dice que Jesús puede salvar perpetuamente a aquellos que se acercan a Dios a través de Él, ya que siempre está vivo para interceder por ellos. Debemos confiar en Cristo y en Dios, y depender del Espíritu Santo.
Para ser victoriosos y dar gloria a Dios con nuestras vidas, debemos depender de Él todos los días y confiar en su poder. No debemos dudar, sino tener fe en Jesús, así como los apóstoles que, a pesar de sus dudas, se dejaron guiar por el Espíritu Santo y fueron hombres victoriosos.
Jesús es nuestro ejemplo de victoria y el mensaje de los tres ángeles en Apocalipsis habla de un pueblo que venció por la gracia y el poder de Dios. No se trata de legalismo, sino de confiar en Jesús y en su obra salvadora. La fe en Jesús es una fe en acción, obediente e inteligente, fundamentada en la gracia transformadora y milagrosa en la vida del creyente.
Tú también puedes ser victorioso hoy. Confía en Cristo, déjate transformar por el Espíritu Santo, obedece los mandamientos del Señor y sal victorioso. Dios quiere que vivamos una vida de victoria a través de la fe en Jesús y su gracia transformadora. No es por nuestros méritos, sino por los méritos de Cristo que podemos ser vencedores. ¡Dependamos de Él y confiemos en su poder para superar todas las tentaciones y obstáculos en nuestras vidas!
¡Así que mantengamos la fe en Jesús y seamos verdaderos vencedores por su gracia y poder!
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