El Salmo 43 de las Sagradas Escrituras, al igual que el Salmo 42, habla del anhelo de liberación y protección por parte del Señor. Este Salmo es considerado como una parte continuación del Salmo anterior, y fue escrito por los hijos de Coré para David, posiblemente por el propio David y entonado por el grupo de personas de la familia de Coré que no se rebelaron en el desierto de Jerusalén. Estos descendientes fueron mantenidos por el Señor y utilizados en el futuro para escribir o entonar cantos que now se encuentran reflejados en los Salmos.
El Salmo 43 comienza con una petición a Dios para que juzgue y defienda al salmista de la gente impía y malvada, que engañan y mienten. Esta petición tiene una aplicación para nuestras vidas hoy en día, en la que también necesitamos ser librados de personas malintencionadas que desean hacernos daño. El salmista expresa su deseo de protección divina y su confianza en que Dios juzgará su causa.
En el versículo 2, el salmista afirma que Dios es su fortaleza, lo cual demuestra una convicción en la ayuda que Dios brinda. Sin embargo, posteriormente expresa su interrogante de por qué se siente desechado por Dios. A veces, nosotros también podemos sentirnos abandonados o pensar que Dios no se interesa por nuestras vidas, pero debemos recordar que la percepción de abandono puede surgir cuando descuidamos nuestra comunión con Dios. Si descuidamos nuestra relación con Él, es posible que nos sintamos solos y desamparados.
El salmista continúa expresando su deseo de recibir la luz y la verdad de Dios, para así poder ser guiado por ellos hacia el santo monte donde Dios habita. Este deseo de recibir la luz y la verdad de Dios debe ser nuestro también. La lámpara que alumbra nuestro camino es la Palabra de Dios, y a través de ella podemos obtener discernimiento y comprensión de la voluntad de Dios.
En el versículo 4, el salmista declara que irá al altar de Dios, lo cual representa su deseo de tener comunión con Él a través de la oración. El salmista reconoce que Dios es el Dios de su alegría y decide alabarlo con instrumentos musicales.
En el versículo 5, el salmista se dirige a su propio ser interior y se pregunta por qué se abate y se perturba. A través de esta autorreflexión, el salmista se da cuenta de que su aflicción y turbación son causadas por su falta de confianza en el Señor. Finalmente, el salmista concluye diciendo que espera en Dios y lo alabará, reafirmando su convicción de que Dios es su salvador y su fuerza.
Este Salmo, al igual que muchos otros en las Sagradas Escrituras, nos invita a esperar en el Señor, a confiar en Él y a buscar su fortaleza. Nos muestra que a pesar de las adversidades y la sensación de abandono, podemos encontrar consuelo y esperanza en la comunión con Dios a través de la oración y de la luz de su Palabra.
En resumen, el Salmo 43 nos enseña la importancia de confiar en Dios y esperar en Él, incluso en medio de las dificultades. Nos invita a buscar su fortaleza y a alabarlo en todo momento, recordando que Él es nuestro salvador y nuestro refugio. A través de la luz de su Palabra y de la comunión con Él, podemos encontrar consuelo, dirección y fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida.
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